Nuevos fuegos artificiales en la noche logroñesa

Fue diferente. Y después de dos años sin fuegos artificiales, de alguna manera vino a suplirlos. El I Congreso Internacional de Drones 'Drone Future' que se celebra este fin de semana en Logroño ofreció la noche del sábado el espectáculo de enjambre de drones 'Noche de cine', realizado por Umiles Entertainment. Su responsable, Álvaro Vallés, precisamente había protagonizado una ponencia por la mañana sobre 'La tecnología detrás de los enjambres de drones y sus posibilidades'. Visto el resultado, este puede ser un nuevo tipo de evento público, además de una seria competencia a la pirotecnia.

Sesenta drones programados para despegar desde Pozo Cubillas formaron durante aproximadamente un cuarto de hora distintas figuras en el aire, gracias al vuelo y las luces, que, acompañadas de música, representaron símbolos de célebres películas como 'Piratas del Caribe', 'El rey León', 'Tiburón', 'Thor', 'Capitán América', 'Harry Potter' y 'La Guerra de las Galaxias'. De hecho, una de las figuras más logradas fue la del robot R2-D2. Hubo más, como el dibujo de una claqueta, y es que el espectáculo tenía como título 'Noche de cine', el logotipo del congreso, la bandera de La Rioja y la palabra «Gracias».

Mediante una programación previa, y con la supervisión de la Policía Nacional, los drones volaron a una altura de entre 45 y 120 metros sobre el río Ebro y el espectáculo fue visible, sobre todo, desde el parque de La Ribera de Logroño, donde se reunieron miles de personas y estuvo presente la Policía Local. Álvaro Vallés explicaba antes de empezar que el espectáculo que «se realiza con unos drones que se controlan desde una estación, tienen precargada una misión de vuelo para realizar estas figuras y lo que hacemos es verificar que las aeronaves ejecutan bien las órdenes, sin colisionar ni desviarse».

El grueso del trabajo es previo, programando los vuelos coordinados para formar la coreografía. «Se pasa todo un proceso de diseño para medir velocidades distancias... Utilizados un 'software' de diseño 3D asignando puntos a los detalles, puntos que van a acabar siendo drones en la operación real», detalló Vallés.

Una vez lanzado el vuelo, solo queda disfrutar del espectáculo nocturno de luz y sonido. «Los drones van cargados con una lámpara LED de unos 9 watios que puede representar prácticamente toda la gama de colores y se puede ver hasta a 1 kilómetro, aunque la distancia ideal para reconocer las figuras son unos 300 metros, que es donde se va a situar el público, alrededor de la plaza de toros», explicó Vallés.

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