Ingenios para dependientes de los alumnos de la UR

Los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Rioja han presentado este viernes los productos que han desarrollado para facilitar la vida de personas en situación de dependencia en la III Feria de Ingeniería para Personas Dependientes. En esta tercera edición los alumnos han trabajado de la mano de la Asociación Riojana de Esclerosis Múltiple (ARDEM), el Centro de Recuperación de Lardero (CRMF-Lardero) y de la Fundación Hospital Calahorra, cuyo papel ha sido plantearles casos de personas específicas que atienden en sus centros. El resultado de esta intensa colaboración han sido los pequeños pero eficaces 'ingenios' que los futuros ingenieros presentaron en el patio de la Escuela, donde se mostraron «altamente motivados por poder ayudar a personas en situación de dependencia».

En total han sido seleccionadas 18 propuestas, algunas realizadas con técnicas de 3D y todas fácilmente transportables en bolsos o bolsillos. Entre las novedades, los alumnos mostraron un dispositivo ideado para extraer la tarjeta del cajero automático, una prótesis para ejercitar la movilidad del meñique, así como un sistema que, de forma semiautomática, ayuda en la cocina a volcar masas en un molde para hacer, por ejemplo, un bizcocho. Este último es un producto ideado para una persona con limitación de movimientos en las manos y para la que también se ha desarrollado un dispositivo para sacar un café de máquina.

Entre las multiherramientas también mostraron un soporte al que se han atornillado unas sujeciones para apoyar las gafas y poder así limpiar los cristales con una mano o adaptaciones a medida para la silla de ruedas.

También hubo espacio para una 'muleta' adaptada para coger objetos del suelo sin agacharse o un curioso sistema ideado para una persona con esclerosis múltiple con problemas para cubrirse con una manta por la noche. La solución: una percha de pinzas sujeta a la colcha y un collar colocado en el cuello preparados para unirse y soltarse con un sistema de imanes. Una solución para cada caso y es que, como señaló la terapeuta ocupacional del Hospital de Calahorra, Mónica Herreros, «cada paciente es un mundo», y «las secuelas que deja la enfermedad requiere de soluciones individuales».

Los productos de ayuda que hay en el mercado suelen ser costosos y muchas veces poco adaptables a cada persona, por eso en esta feria universitaria se ha intentado que los prototipos estén personalizados al cien por cien.

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