El hartazgo del campo retumba en Logroño

Pese a la falta de unidad en la convocatoria entre las organizaciones agrarias, ARAG-Asaja ha logrado sacar músculo con una tractorada que ha parado el centro de Logroño durante toda la mañana y en la que más de 300 vehículos han marchado para protestar por la situación del campo y de unos problemas que, denuncian, siguen agravándose. «Si no hay rentabilidad no hay futuro», subrayaban al finalizar una manifestación en la que agricultores y ganaderos han vuelto mostrar su hartazgo: «La próxima vez no vamos a hacer actos tan cívicos como este».

Se retrasaba la salida ante la continua llegada al Palacio de los Deportes de tractores de todos los puntos de la región. Y costó que partiesen, ya que uno tras otro, hasta más de trescientos, enfilaban un recorrido durante el cual muchos ciudadanos de a pie les mostraron su apoyo. El lema 'El campo necesita hechos, las palabras no alimentan' abría una marcha combativa que alcanzó al Espolón cuando los últimos tractores aún seguían en la primera parte del recorrido.

Al finalizar, Igor Fonseca, María José González y Eduardo Pérez Hoces, intervinieron con rotundos mensajes en defensa del sector y con numerosas críticas a Concha Andreu así como al Gobierno nacional, dedicadas a Pedro Sánchez, Luis Planas, Teresa Ribera o Alberto Garzón. La ganadera María José González, precisamente, denunciaba que «Pedro Sánchez está arruinando España. Da 200 euros a las familias vulnerables pero los vulnerables somos nosotros».

«Sin agricultores y ganaderos no hay alimentación ni futuro para la sociedad», recalcaba Fonseca, que aludía además aquellos de «otras organizaciones (en referencia a UPA y UAGR) que han decidido sumarse al contrario de lo que les hayan ordenado sus juntas directivas. Decían que íbamos a estar solos, pues más bien solos... y no sigo con el dicho».

Cerraba la convocatoria el presidente de ARAG-Asaja, Eduardo Pérez, que enumeraba los motivos de la movilización: aumento de costes, descenso del presupuesto de la PAC, leyes medioambientales, falta de inspección en la Ley de la Cadena Alimentaria, la protección del lobo... «Vamos a dar un ultimátum y si en las próximas fechas no vemos ninguna acción no vamos a hacer actos tan cívicos como este, saldremos a las carreteras y hacemos lo que haga falta», anunciaba, presumiendo que «gracias a esta manifestación se han movido y han subido a 54 céntimos la vendimia en verde».

«No queremos ser un sector subvencionado, queremos rentabilidad», incidía Eduardo Pérez ante los gananderos y agricultores concentrados junto al Espolón, a los que se sumaron un buen número de logroñes. Y como llegaron, los tractores pusieron rumbo a sus pueblos, a ese mundo rural que, defienden, «llenan los agricultores y ganaderos». Logroño retomaba la rutina casi cuatro horas después, con el mensaje claro de un campo que reinvidica que es «imprescindible» en La Rioja.

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