Escobar calcula que la obra de Vara de Rey no puede acabar antes de agosto

El edil ha insistido en que la actuación que se venía realizando hasta septiembre de 2019, cuando fue suspendida por el Gobierno local para afrontarla de manera unilateral, contaba con ese permiso que, en el tiempo transcurrido, ha caducado, algo que no habría pasado de haber seguido la obra su curso y que, en cualquier caso, ha habido tiempo de comprobar. «Romper consensos sale caro y lo paga toda la ciudad», ha indicado.

Escobar ha realizado este viernes un balance del último año, «importante porque nos encaminamos a un año electoral» y se ve «una gestión fracasada que supone una legislatura perdida en lo esencial».

Y si ha comenzado recordando que aún no hay presupuesto para 2023 y que solo unas cuentas locales han entrado en vigor el 1 de enero, también ha referido que los impuestos han subido: «hasta el billete de autobús lo ha hecho». Además, ha criticado que se haya interrumpido la continuidad de proyectos en marcha, algo que era tónica en otras corporaciones, ha dicho, y, como consecuencia «Logroño retrocede y no se avanza en los retos principales».

Con 150.200 habitantes, la capital está perdiendo población, 80 comercios han cerrado este año y avanzan las desigualdades con una vulnerabilidad disparada, ha relatado. En su opinión, el Plan General Municipal está estancado y ha sido sustituido por el urbanismo táctico y la participación ciudadana es inexistente, a la vez que el patrimonio está abandonado, con la Electra sin uso, Valbuena «incomprensiblemente cerrado», en Mantible en una recuperación que no acaba, nada en el Centro de la Cultura del Rioja y una sirena del Espolón «que ni suena ni está protegida».

Las ordenanzas de terrazas y de movilidad están sin tramitar, no se ha promovido ni una vivienda pública, no queda nada de la «pomposa Ciudad Verde Europea» y hay «mucho postureo con los fondos europeos, pero cero transparencia y despilfarro», mientras que los proyectos que llevaba el Gobierno regional han pasado de largo y el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para Corazonistas no tiene «ningún crédito».

En cualquier caso, el «escándalo administrativo y político» se encuentra, a su juicio, en la estación de autobuses, entregada en octubre de 2020 y aún cerrada. «No saben cómo hacerlo», ha concluido.

«Lo que más nos duele es la actitud política del alcalde», Pablo Hermoso de Mendoza, y sus colaboradores, ha apuntado Escobar, que ha comparecido con varios concejales de su grupo. Y ello porque «provocan división y enfrentamiento en la ciudad. Prefieren la imposición al consenso. Nuestro compromiso es recuperar la sensatez, abrir canales de diálogo y una gestión realista y experimentada».