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La socialista Laura Rivado no repetirá como aspirante a la Alcaldía de Haro en las próximas elecciones municipales de mayo. Así lo anunció en la tarde de este lunes en la asamblea local del PSOE, foro en el que, emocionada, manifestó su intención de «dar un paso atrás», aunque «nunca» de dejar la política. Rivado no ocultó que esta decisión responde a los hechos ocurridos con gente de su propio partido y entorno. Su proximidad al defenestrado Francisco Ocón ha ido profundizando una brecha con Concha Andreu y sus afines que ahora parece no tener vuelta atrás.
Tras el encuentro con sus compañeros socialistas jarreros, la primera edil difundió un comunicado a través de sus perfiles en las redes sociales dirigido a las «jarreras y jarreros», en el que les daba a conocer su determinación: «Como alcaldesa de Haro, ha llegado el momento de dar un paso atrás. Os comunico que, en 2023 no seré la candidata a liderar la lista del PSOE en Haro». «Para cualquier persona, –continuaba– ocupar el cargo de alcalde o alcaldesa de tu pueblo, de tu ciudad, es algo que llena de orgullo, respeto y sobre todo algo que se ejerce con mucha, mucha responsabilidad».
El anuncio ha podido sorprender a una parte de la ciudadanía jarrera pero no así a sus más allegados. Rivado ha mantenido serios desacuerdos con la dirección de su partido que encabeza Concha Andreu, especialmente en los últimos tiempos.
En mayo pasado la alcaldesa manifestaba en una entrevista a este periódico su interés por repetir liderando la lista socialista si su partido y los afiliados seguían depositando su confianza en ella. Pero uno de esos dos respaldos ya había comenzado a resquebrajarse poco antes de realizar estas declaraciones. «En los últimos meses se han venido sucediendo diferentes hechos y circunstancias, desde gente de mi propio partido y entorno, que me empujan a tomar hoy esta decisión. Cuando los proyectos cambian, nuevas personas deben tomar las riendas», justificaba.
Y es que su proximidad a la figura de Francisco Ocón, y su expulsión del Gobierno de Andreu en agosto de 2020 tras su cese como consejero de Gobernanza, trajeron consigo una fría relación entre el Ejecutivo y la alcaldesa.
En octubre de 2021 Rivado se despedía de su cargo en la ejecutiva del PSOE regional, al mismo tiempo que el alcalde de Casalarreina, Félix Caperos, (fiel defensor de Andreu) asumía en el mismo órgano la Secretaría de Memoria Democrática y Laicidad. Tras este hecho no se ha vuelto a ver juntos a ambos alcaldes y eso que los dos forman parte de una mancomunidad para recibir los ansiados fondos europeos. Tampoco la alcaldesa ha sido invitada a participar en las últimas visitas institucionales a Haro de distintos directores generales.
En febrero, el enfriamiento en las relaciones con la cúpula socialista regional era patente y Diario LA RIOJA preguntaba por ello a la alcaldesa jarrera. Concretamente, se le inquirió sobre si la pérdida de sintonía con la Presidencia de la Comunidad podía afectar al reparto de los fondos europeos (con la Enorregión como telón de fondo). Rivado respondió: «Obviamente, con un Gobierno socialista, la sintonía y la comunicación es mayor, pero no quita que vaya a ser igual de reivindicativa para los jarreros», declaraba, sin negar la evidente falta de simpatías.
El comunicado publicado este lunes a última hora finaliza destacando que siempre ha sido «una mujer de partido», motivo por el cual, desea continuar en el PSOE: «Apoyaré sin fisura la decisión que se tome desde la dirección regional y, desde este mismo momento, me pongo a la completa disposición de quien sea el próximo o la próxima candidata en Haro. Creo firmemente, que somos el partido del cambio y del verdadero progreso».
No obstante anunció, también, que abandona el cargo de secretaria general de la agrupación jarrera. «Todas las etapas tienen un final y éste es el fin de un ciclo. Me pongo a un lado, para que la agrupación decida quién debe ser a partir de ahora su secretario general. Tendrá todo mi apoyo, sin duda alguna», finalizó, antes de agradecer a familiares, amigos y personas de confianza todo su apoyo durante estos años.
Laura Rivado accedía al gobierno del Ayuntamiento de Haro recibiendo la vara de mando de la ciudad de las manos de Patricio Capellán el 12 de junio de 2015, tras un acuerdo de gobernabilidad con el Partido Riojano y Ganemos Haro. Recuperaba un feudo popular que se había prolongado durante casi 20 años, con la excepción del breve mandato de la también socialista Lydia Rojas durante un año hasta la moción de censura que repuso a Capellán al mando.
El 15 de junio de 2019 fue reelegida, un día después de que PSOE, Partido Riojano y Podemos-Equo (nuevas siglas del anterior Ganemos) alcanzasen un acuerdo para lograr una mayoría de 9 concejales, un acuerdo intacto hasta hoy.
Con 34 años, una joven doctora en Químicas e investigadora de la Universidad de La Rioja accedía a la Alcaldía de Haro con «muchas ganas de trabajar por la ciudad», pero con un perfil político bajo. Llevaba pocos años viviendo en la ciudad, donde llegó desde Santo Domingo de la Calzada, con una sólida formación técnica que propiciaría una gestión urbana ambiciosa. Ejemplos de ellos son el impulso a los proyectos de la pasarela y del ascensor, o el anuncio para la creación de una planta de hidrógeno verde en la ciudad para autoabastecimiento.
Sus ideas y proyectos llegaron como un revulsivo a la política que Patricio Capellán había ejercido durante tantos lustros. Una política más 'popular', con mejoras más ligadas al día a día y a las calles y un trato cercano y asiduo con los ciudadanos, rasgos fundamentales para un alcalde y más en una localidad pequeña, pero que Rivado no consiguió igualar.
Posiblemente se trate este último de uno de los aspectos que más se han criticado durante estos ocho años de la alcaldesa jarrera, que ha lidiado con la conciliación familiar de dos niños pequeños y un, muchas veces poco apreciado, trabajo de despacho. También su procedencia ha sido criticada, no tanto su nacimiento en Baracaldo como su crecimiento ajeno a las calles jarreras. Y no es más oriundo de un lugar el que más lo pasea, sino el que más lo siente al pasearlo.
Más allá de opiniones de café y visillo, y después de ocho años de Gobierno, la alcaldesa saliente deja, sobre el papel, seis millones de euros en marcha en proyectos para la ciudad. Ha tenido suerte, porque la posibilidad del uso de remanentes de Tesorería ha permitido recuperar proyectos tan importantes como la unión del Barrio de la Estación a través de la pasarela y el ascensor, así como la adecuación de su entorno en el río Tirón.
Pero también el cambio a iluminación LED en un plazo meritorio, el impulso del edificio de Siervas de Jesús como centro de día con la venia del Gobierno tras su cesión, y la rehabilitación y la puesta en marcha del 'María Díaz' o la nueva ludoteca municipal.
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