El contexto internacional lastra la recuperación económica de La Rioja, que crecerá el 3,4 y el 3% hasta el 2023

La economía riojana crecerá a un ritmo ligeramente menor del previsto durante este ejercicio y el siguiente (el 3,4% y el 3%, respectivamente), pero lo suficiente como para que el PIB autonómico supere en un 1% el nivel precrisis, en línea con el conjunto de España. Eso tendrá un efecto directo en el mercado laboral: en este bienio se podrían crear unos 3.500 empleos hasta el 2023, con lo que la tasa de paro caerá hasta el 9,1%, el nivel más bajo desde el 2008. Esas son las previsiones que recoge el informe 'Situación La Rioja', que esta mañana ha presentado BBVA Research en un desayuno informativo organizado por Diario LA RIOJA que se ha celebrado en Bodegas Franco Españolas. En el encuentro, Pep Ruíz, responsable de análisis regional de BBVA Research, y Luis Miguel González, director de Zona de BBVA en La Rioja, han destacado que la reducción del riesgo sanitario y la utilización de parte del ahorro acumulado durante la pandemia además de la aceleración en la ejecución de los fondos europeos Next Generation favorecerán la recuperación de la economía riojana. En cualquier caso, no todo son luces. Así, en un entorno globalizado, la invasión de Ucrania, las consecuencias de las sanciones sobre la economía rusa, o el aumento del coste de la energía y la subida de tipos de interés podrían tener un efecto negativo sobre la actividad económica.

«Esperamos que el crecimiento de La Rioja siga siendo elevado. Puede haber riesgos a la baja. Puede haber algún trimestre de crecimiento negativo, pero en el escenario general el crecimiento puede moverse entre el 3,4 y el 3%», ha explicado Ruiz, que ha asegurado que el impacto en La Rioja del contexto internacional «será menor que en otras comunidades».

El punto de partida del análisis ha sido el cierre del año 2021. En ese ejercicio, según BBVA Research, la economía riojana habría crecido un 4,4% gracias, entre otros factores, al impulso del turismo de interior, la aceleración del gasto de los hogares y empresas riojanas, así como el avance de los servicios y el impacto de las políticas públicas. Ese crecimiento, en cualquier caso, fue ligeramente menor al del conjunto del país dadas las dificultades del sector industrial y de las exportaciones.

En su análisis, los responsables de BBVA han puesto sobre la mesa alguno de los datos que dejan los primeros meses de este año que invitan al optimismo. Así, el gasto realizado con tarjeta de crédito o débito de BBVA, o en terminales de puntos de venta (TPV, el sistema de cobro con tarjeta de los establecimientos comerciales) de BBVA por residentes en España se mantiene en torno a un 25% por encima del realizado en el 2019, destacando el gasto en el sector de restauración, que en mayo superó en más de un 50% el valor del mismo mes de 2019. De igual manera, han destacado la importancia de que el mercado laboral riojano haya recuperado el nivel de afiliación a la Seguridad Social previo a la crisis. Según su análisis, los datos hasta mayo confirman el dinamismo en la creación de empleo en La Rioja Alta y Media, mientras que en el área de Logroño y La Rioja Baja es más moderado.

«A ello han influido los cambios en la legislación laboral, que están permitiendo reemplazar parte de los contratos temporales por indefinidos o fijos discontinuos, lo que podría incentivar la mejora del capital humano, así como contribuir a retener población joven y a incrementar el consumo», aseguran desde la entidad financiera. También es relevante el crecimiento de la venta de viviendas, el 17,7% más en los cuatro primeros meses en relación al mismo periodo de 2021. En el lado contrario de la balanza se sitúan las exportaciones riojanas, que se habrían reducido, en términos reales, un 7% interanual, impulsada sobre todo por la venta de vino de Rioja, que se contrajo de forma generalizada, aunque destaca la caída de las ventas a Reino Unido.

Con ese punto de partida, las previsiones que hace BBVA son optimistas pese al actual contexto internacional. Así, si por un lado la diversificación de la economía riojana hace que en términos de intensidad de consumo energético se encuentre en un punto medio, por lo que costes elevados de los combustibles y la energía limitarían su recuperación en línea con el conjunto de España, por otro el PIB regional está menos expuesto a las importaciones directas de productos afectados por el conflicto (semimanufacturas y materias primas cuyos mercados se están viendo más tensionados). «Como consecuencia, el impacto directo de la guerra en Ucrania podría ser inferior al que se pueda observar en otras regiones españolas», sostienen los responsables del informe. «Las dificultades del comercio internacional, la menor demanda en Europa y su mayor orientación hacia bienes de primera necesidad también estarían afectando a la recuperación del sector industrial y de la exportación vitivinícola, claves para la economía riojana», completan.

«Hay dos sectores que están pendientes de la demanda europea. Son la industria, todo lo vinculado con la automoción, y el sector vitivinícola, que se está viendo afectado por las dudas en la demanda europea», además de al Brexit, ha explicado el responsable de análisis regional de BBVA Research.

En todo caso, el informe 'Situación La Rioja' también presenta las incertidumbres a que está sometida la economía regional. Por un lado, la inflación, que podría repercutir en ese escenario de recuperación previsto para los próximos trimestres. En abril, recuerdan desde el BBVA, la inflación general se situó en La Rioja en el 8,8% (8,3% en España) y la subyacente, en el 4,7% (4,4% en España). A ello suman el precio de los combustibles y de las materias primas, que «limita en mayor medida la recuperación de las zonas industriales y supone un reto para su competitividad». Según sus estimaciones, el aumento del precio del petróleo podría restar 1,6 puntos porcentuales al crecimiento medio anual del PIB riojano durante estos dos años. A esto se añade el efecto del conflicto en Ucrania en los precios de otros productos relevantes en la región como los fertilizantes. «Sin el impacto de los precios del petróleo, el PIB de La Rioja estaría subiendo un 1,6% más», ha incidido Ruiz.

También como factor de incertidumbre incluye el BBVA las inversiones asociadas a la ejecución de los Fondos europeos Next Generation. «En particular, la utilización de los mismos para proyectos transformadores y de forma eficiente, y los plazos en los que se ejecuten estos proyectos, son esenciales para alcanzar una recuperación inclusiva y que no se dilate en el tiempo. En La Rioja la distribución de fondos a programas destinados a turismo y protección social ha sido algo mayor que en el conjunto de España mientras que en programas para impulsar la digitalización y la transición verde de la región ha sido menor. Continuar avanzando en la mejora del capital humano es clave, en particular en el actual contexto de tensiones en el mercado laboral en el que las empresas no logran cubrir todas sus vacantes», dicen desde BBVA. En ese sentido, durante su intervención Ruiz sostuvo que estos fondos deben ayudar al «crecimiento a corto plazo y dar un salto adelante» si bien el objetivo no es tanto aumentar unas décimas en el PIB de los próximos años sino que contribuyan a que «a medio plazo el crecimiento de La Rioja sea más alto que el que venía siendo históricamente».

Así, sin obviar posibles nuevas cepas del SARS-CoV-2 que puedan afectar negativamente, «el sesgo sobre estas previsiones dependerá de las medidas públicas para paliar los efectos del conflicto en Europa del Este sobre empresas y familias, así como del tiempo que se prolongue este contexto».

En la recta final de su intervención, Ruiz, además de reclamar algún tipo de pacto sobre salarios para limar el efecto que la inflación puede tener en los costes laborales, Ruiz ha insistido en la necesidad de que los fondos europeos sean eficientes. En ese punto ha hecho referencia al Observatorio del Español y la necesidad de que el conocimiento que allí se genera se expanda al resto de los sectores de la región. Y es que, ha recordado, «existen problemas vinculados a la falta de trabajadores cualificados en determinados sectores. Hay que trabajar en formarles ya que si no esas empresas se marcharán», ha dicho.

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