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La Rioja ya no resulta atractiva a las empresas. Entre enero y septiembre llegaron 22 compañías de otras comunidades españolas, pero se fueron 49, lo que deja un balance negativo de 27 empresas perdidas. La falta de infraestructuras de comunicación y la situación fiscal de la región en impuestos autonómicos como los de Sucesiones y Donaciones, y Patrimonio estarían detrás de este saldo adverso, según acaba de asegurar el presidente de la Cámara de Comercio de La Rioja, Jaime García-Calzada.
El también máximo responsable de La Federación de Empresas de La Rioja (FER) ha realizado estas declaraciones durante una rueda de prensa en la que la Cámara de Comercio ha presentado el Barómetro Empresarial correspondiente al tercer trimestre del año. En la rueda de prensa ha estado acompañado por el director general de la Cámara de Comercio, Florencio Nicolás, y la responsable del Departamento de Análisis y Estudios, Cristina Navarro.
Como principal conclusión destaca que siete de cada diez encuestados aplaza a 2023 la recuperación tras la crisis, lo que echa por tierra las previsiones y el optimismo del Gobierno central. «La recuperación o es tan robusta ni va a ser rápida en el corto y medio plazo», ha advertido García-Calzada. En el caso de La Rioja, en concreto, «ocupamos posiciones de cola, con crecimientos por debajo de la media nacional».
Asimismo, 277 empresarios riojanos consultados se muestran «altamente preocupados» con las decisiones «inadecuadas» adoptadas por el Ejecutivo de la nación en materia de subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tributación y cotizaciones sociales, «que no es sino un impuesto más al trabajo». También son muy escépticos ante los fondos europeos Next Generation: el 80% no sabe cómo acceder a ellos y el 85,6% cree que su ejecución no está siendo ágil y correcta.
En sentido, el presidente de la Cámara ha avalado los proyectos macro propuestos por el Gobierno regional para ser financiados a través de la UE, caso del Centro Nacional de Tecnologías del Envase, como motores del futuro desarrollo de la comunidad. Sin embargo, en la actualidad la región está perdiendo competitividad frente a otras autonomías más ventajosas en materia fiscal y de infraestructuras.
La falta y encarecimiento de las materias y de la energía y la alta inflación son otras de las inquietudes manifestadas por la mayoría de los sondeados, de los que el 78,5% asegura que atraviesa «dificultades» para contratar personal, sobre todo, para empleos especializados. Un asunto que García-Calzada atribuye a la deficiente formación y no a los niveles salariales que, según el Gobierno de España, ofertan las empresas.
García-Calzada ha terminado exhortando a las administraciones públicas a «poner les interés para que nuestra economía crezca, ya que existen amenazas que generan incertidumbres, que es lo que no peor que nos puede pasar porque se paralizan las inversiones». De hecho, el 44,8% de lo encuestados en el Barómetro auguran un empeoramiento.
De la encuesta se desprende además que turismo, con un saldo neto del 75% en la cifra de negocio, e industria, con el 41%, fueron los sectores que mejor se comportaron durante el segundo trimestre. Por el contrario, construcción (-22%) y otros servicios (-7%), según ha explicado Florencio Nicolás.
En general, para el conjunto de todos los sectores, el 36% de los encuestados asegura que ha vendido más que en el mismo trimestre de 2020 frente al 22% que afirma lo contrario. El 42% restante asegura que sus ventas se han mantenido estables durante el periodo estival.
Por sectores, el 53% de las industrias aumentaron sus ventas en el tercer trimestre mientras el 35% las mantuvo estables. El 66% no varió su plantillas y el 19% contrató nuevos trabajadores.
Construcción arrojó los datos más negativos en saldos netos exceptuando la variable de inversión, mientras la mitad de los comercios aumentó la cifra de ventas
Por su parte, el turismo destacó por sus buenos datos y el 58% de los negocios incrementó sus inversiones.
El presidente de la Cámara de Comercio de La Rioja también ha subrayado que las exportaciones riojanas, uno de los motores de la economía regional, siguen sin recuperar los niveles previos a la crisis económica derivada por el COVID. Según ha informado, las ventas al exterior crecieron entre enero y agosto el 6,8%, un ritmo de subida tres veces inferior al registrado por el conjunto del país. Las importaciones lo hicieron en 6,1% un nivel que denota que «la demanda interna no ha repuntado», ha incidido García-Calzada. El saldo neto es de 307,37 millones de euros y la tasa de cobertura asciende al 134,48%.
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