Andreu toma el liderazgo del PSOE como un partido «unido, coherente y participativo»

El cónclave clausurado este domingo mostró que la apuesta del partido pasa por intentar revalidar la mayoría en las urnas, en vez de tentar la fugacidad del triunfo. Una estrategia que deja por el camino una ristra de damnificados y el triunfo absoluto de una sola líder, en cuyas manos queda ahora tanto el control institucional del Ejecutivo como el orgánico del partido. Adiós bicefalia, hola Concha Andreu.

La etapa inaugurada por los socialistas riojanos se rodeó de la pirotécnica triunfal que se superpone a los campos de batalla, incluido el reconocimiento -da igual si sincero o impostado- al adversario. Al abrazo buscando a las cámaras entre Ocón y Andreu durante la primera jornada, se sumó ayer el agradecimiento de la nueva secretaria general a su predecesor en su primera intervención como responsable máxima del partido. «Paco, gracias», prologó. «Sin tu trabajo y el de toda la Ejecutiva saliente no estaríamos hoy haciendo realidad el programa del PSOE desde las instituciones riojanas». Apenas tres líneas en un discurso de ocho folios, pero pronunciadas con un subrayado nada inocente. Más aún a la vista del grado de aprobación de la nueva Ejecutiva (90% de votos a favor) y el informe de gestión de la dirección saliente (68,7%).

Arropada por altos cargos socialistas de otros territorios y el broche de dos ministros suplentes de un Pedro Sánchez ausente por razones de agenda, Andreu se esforzó desde el atril por sellar la paz y abrir la mano a todas las sensibilidades. A las que ya habitan en el seno del PSOE y las que puedan llegar de aquí en adelante. «Quiero un partido ancho, en el que quepamos todas y todos», aseguró, ya que «transformar esta región depende de un esfuerzo conjunto y de un impulso común». La primera mujer en ocupar el despacho noble de Martínez Zaporta resumió con tres adjetivos el partido que aspira a robustecer: unido, coherente y participativo. Y todo ello, desde un proyecto enraizado en la socialdemocracia -«la opción más humana y eficaz»- adscrita a la convicción de que solo mejorando el bienestar de las personas es posible avanzar hacia una sociedad más justa. «No entreguemos la bandera de la libertad a quienes la maltratan, a quienes las usan para esconder su incapacidad», espetó a los afiliados y simpatizantes congregados en Riojafórum. «La libertad no existe si no hay igualdad y equidad», remachó.

Todas sus palabras, cada una de las ideas, y hasta los lugares comunes trasladados a la audiencia condujeron a la misma conclusión: la meta es volver a concitar la mayoría del apoyo social. «Este partido va a salir, desde ya, a ganar las próximas elecciones en La Rioja», confesó Andreu. «Las siglas de este partido y quienes lo formamos somos capaces de hacer avanzar este país y esta región construyendo una sociedad mejor, como siempre lo hemos hecho», concluyó flanqueada por la dirección de la que se ha rodeado para pilotar esta nueva etapa, con María Marrodán como número '2'.

Un mensaje al que puso como sello de garantía los logros y avances secundados desde que el PSOE desalojó al PP del Gobierno regional pese, además, al impacto de la pandemia. «Vamos a seguir perfeccionando los mecanismos para ayudar a las personas más vulnerables de nuestra sociedad», aseguró.