Almunia reclama reformas, un pacto de rentas y «dejar atrás la política de bloques para llegar a acuerdos»

El exministro Trabajo y de Administraciones Públicas y exvicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha advertido hoy en Logroño de que España «dejará de ser el país que más rápidamente está recibiendo fondos europeos de reconstrucción» si no aborda «reformas pendientes», entre las que ha señalado la del sistema de pensiones. Almunia ha realizado esta declaraciones durante un foro económico organizado por Diario LA RIOJA, con el patrocinio del Gobierno regional, en el que han estado presentes la presidenta de la Comunidad, Concha Andreu; la delegada del Gobierno, María Marrodán; el consejero general de Nueva Rioja y su multimedia, Goyo Ezama; los consejeros de Hacienda y Administración Pública, y Desarrollo Autonómico, Celso González y José Ángel Lacalzada; el rector de la UR, Juan Carlos Ayala; y representantes de la política, la empresa y los sindicatos.

El actual presidente del 'think-tank' Centre for European Policy Studies (CEPS), con sede en Burselas, no ha escondido que España, Europa y todo el mundo viven «momentos agitados», aunque «para no caer en los pesimismos» ha subrayado que España es el país que «más dinero y más rápidamente» está recibiendo de la UE fondos de reconstrucción tras la pandemia, «porque su plan de resiliencia está muy bien preparado y se está trabajando muy bien desde el principio». Ahora bien, esta ventaja se frustrará si nuestro país no acomete «una agenda de reformas pendientes», entre ellas la segunda parte de la de pensiones, que «es la más dura», porque «no podemos asumir el riesgo de que el sistema siga desequilibrado».

Almunia ha recordado que la economía nacional no ha alcanzado los parámetros previos a la crisis financiera de 2008-2013 y España es el país, junto a Grecia, «con más paro y menos nivel de empleo». En este sentido ha explicado que la reforma laboral «no es la solución definitiva» para este problema y «se tienen que hacer más cosas en materia de trabajo, de formación, de educación y de reciclaje laboral si no queremos tener parados de 50 años en el futuro». Además, ha abogado abiertamente por una reforma tributaria, porque España «necesita más ingresos públicos que los que vienen de la inflación; se acaba de aprobar un libro blanco y los responsables políticos no pueden esconder la cabeza como el avestruz, salvo que nuestro país opte por tener menos política educativa, menos política sanitaria, menos inversiones en infraestructuras, menos esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, etcétera».

El también exsecretario general del PSOE ha reclamado un «pacto de rentas como el que se alcanzó en 1977« para proteger a los más vulnerables ante la escalada alcista de los precios y evitar un aumento de las desigualdades. También un modelo de financiación autonómica que despeje los «interrogantes» que actualmente se ciernen sobre las regiones y una reforma de la vida política actual, «dividida en bloques» e incapaz de llegar a «acuerdos». «Un experimento con gaseosa», que «no les ha gustado a los ciudadanos» y que «hay que dejar atrás». A su juicio, el clima actual de bloqueo institucional y de polarización »no es posible« y hay que pasar página »cuanto antes«. No se trata, ha aclarado, de establecer gobiernos de coalición, sino de alcanzar acuerdos políticos por el bien de la sociedad actual y de las futuras generaciones, porque »no tenemos tiempo«. En todo caso ha afirmado desconocer si tras las elecciones autonómicas andaluzas estamos ante un cambio de ciclo: »Eso lo dirán los ciudadanos«.

Almunia ha negado que España tenga una administración pública «más grande ineficiente que otros países del entorno» y ha incidido en que «el problema con mayúsculas del sector público español es la falta de recursos». Eso sí, ha abogado por una «evaluación» de la gestión de las políticas públicas.

Por último, otros desafíos para España y Europa son la transición digital, avanzar hacia la independencia energética y la reforma de la PAC que llevará asociada la entrada de Ucrania en la UE. Respecto a la guerra en este país, Almunia ha augurado que «no será corta» y ha insitido en que «hay que seguir ayudando a los ucranianos para que no sucumban dándoles recursos y armas».

Por su parte, la presidenta del Gobierno regional, Concha Andreu, ha destacado que La Rioja está «a la altura de las circunstancias en estos momentos convulsos y muy complejos que vivimos», y ha dado «una respuesta organizada y coordinada para aprovechar la oportunidad extraordinaria que suponen los fondos europeos», lo que está permitiendo «revolver problemas endémicos que arrastraba» la comunidad. Una estrategia, ha enfatizado, «que trasciende de una legislatura» y que «se basa en evidencias».

El Plan de Transformación de La Rioja «se asienta en nuestras fortalezas como territorio» y los cuatro proyectos que promueve «están en marcha»: Enorregión, Valle de la Lengua, Ciudad del Envase y el Embalaje y Territorio Digital de Servicios. «No se trata de crecer por crecer, sino de hacerlo de un modo responsable y sostenible y con el objetivo de redistribuir mejor la riqueza para garantizar la sociedad de las oportunidades» y «situar a esta comunidad autónoma en el carril de la prosperidad» para lo que «se está escuchando a todas y cada una de las empresas porque la política industrial es fundamental».

La jefa de Ejecutivo ha destacado que La Rioja se ha convetido en «una socia creíble y fiable», y «las empresas crecen, invierten, amplían sus instalaciones e implantan nuevas líneas de producción». Además se ha referido a «los buenos datos de empleo», la evolución de los contratos indefinidos y «la modernización y optimización de la administración pública».

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