Ciudadanos sin mascarilla en un comercio logroñés. Justo Rodríguez

Alivio y precaución en el primer día sin mascarillas en los espacios interiores de Logroño

Muchos riojanos han decidido seguir utilizando este mecanismo de protección aunque ya no sea obligatorio mientras que otros, como los clientes, deportistas o empleados de los gimnasios, han recibido la medida con alegría

Miércoles, 20 de abril 2022, 16:11

Comodidad, alegría, incertidumbre, preocupación... Las primeras horas sin la obligatoriedad de las mascarillas en los espacios interiores han discurrido en la capital riojana entre el alivio de algunos y el temor y la prudencia de otros tantos ciudadanos, que dos años después han tenido la ... posibilidad de permanecer en lugares cerrados sin ellas.

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Una opción que, sin embargo, en ningún momento ha provocado que las mascarillas desaparezcan en Logroño, porque desde esta mañana se han visto muchos rostros cubiertos, tanto en la calle como en los espacios interiores, donde ya no es necesario utilizarlas. Este es el caso del Mercado del Corregidor, de los establecimientos de la calle San Antón o de numerosos bares de la capital riojana, como la cafetería Arraigo o Malabar Bodega La Matea.

En este último, una de sus clientas conversaba junto a su amiga con la mascarilla bien puesta. «Me parece bien que ya no sea obligatorio. Podríamos pensar que es pronto, pero todos queremos volver a la normalidad. En mi caso, me gustaría no llevarla, pero tengo que hacerlo por todas aquellas personas a las que me toca cuidar».

Justo Rodríguez

Como ella, Carlos Aragón, propietario de la frutería con el mismo nombre, reconocía que, aunque él pertenece a la población de riesgo, «hay que cambiar el chip, porque no se puede estar con este sinvivir». «He decidido quitármela porque me perjudicaba internamente. El único problema que tengo ahora es si los clientes, al ver que atiendo al público sin mascarilla, decidan no comprar en mi establecimiento», decía preocupado.

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Justo Rodríguez

En los gimnasios, no obstante, el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores se ha recibido con total alegría y entusiasmo. «He estado más a gusto, así se puede hacer deporte con más tranquilidad», decía aliviada Laura Martín al salir de Altafit. Porque, como reconocía el coordinador de estas instalaciones, Gustavo Patao, «la gente necesitaba la libertad para hacer deporte sin mascarilla».

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