Sin timón y a 400 kilómetros: el 5G ya navega submarinos a distancia

Hasta hace poco significa, prácticamente, ayer, porque el control remoto ya no es solo cosa de videojuegos ni tan siquiera de los famosos coches teledirigidos. Ahora con tan solo mover la mano frente a una cámara, cual escena de Black Mirror o Minority Report, permite controlar a más de 400 kilómetros un vehículo remoto operativo o ROV por sus siglas en inglés.

La única 'conexión' el 5G. «Esta tecnología hace posible esta experiencia gracias a su súper banda ancha, que transmite los comandos de control de movimiento en tiempo real», señala Orange.

La compañía francesa junto con Huawei, el Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la UPV (Universitat Politècnica de València) y la startup gala Ender Ocean han demostrado este proyecto en el Mobile World Congress de Barcelona. «Gracias a la ultra baja latencia que ofrece la tecnología 5G, que permite una respuesta inmediata a los gestos realizados a kilómetros de distancia», destacan.

La emisión y la recepción de la información, en este caso los gestos capturados por dos cámaras HD, en milisegundos permiten esta comunicación instantánea a pesar de los 400 kilómetros que separan la capital catalana de la valenciana.

«Este caso de uso tiene potenciales aplicaciones en la exploración, investigación, monitorización, difusión y conservación del ecosistema submarino, así como en la recogida de muestras y residuos plásticos», revela la teleco.

En esta ocasión, los visitantes al Mobile World Congress se pueden sentir como Jacques-Yves Cousteau dentro del acuario Océanos, el más grande del Oceanogràfic de Valencia, pero sin mojarse ni con una gota.

La tecnología 5G ofrece una tasa de latencia extremadamente baja (la demora o el retraso entre el envío y la recepción de información). Desde 200 milisegundos para 4G, bajamos a 1 milisegundo (1 ms) con esta nueva tecnología de comunicaciones.

Es por ello que gracias a estas nuevas redes supone el pistoletazo de salida para el coche autónomo nivel 5 donde el conductor no es necesario que tome el control del vehículo si no lo desea.

Las cámaras actúan como los ojos del coche y la baja latencia de milisegundos conseguida por el 5G permite la toma de decisiones al instante, «casi sin pestañear».