¿Puede ser mi conexión wifi segura?

Cada fallo de seguridad detectado hace saltar las alarmas y genera la duda de cuán peligroso es. Así pues, ¿cómo de importante es este último fallo detectado? «Hay que evitar el pánico», explica Anselmo Trejo, director de marketing y comunicación de D-Link Iberia. «Para que estemos en riesgo tendría que ser nuestro vecino el que hiciera el ataque, puesto que debe estar dentro del área de cobertura de nuestra red wifi. Y para ello necesita dos cosas, primero tener muy buena intensidad de señal y segundo, ser un hacker con malas intenciones y muchos conocimientos de hacker».

Pero, si esa situación se produce y lanza un ataque, lo que podrá obtener es la clave de acceso y «ver» los datos que se están transmitiendo entre el router o punto de acceso y el cliente. Estos datos son, según explica Trejo, paquetes de datos aislados (ceros y unos), que se podrían interpretar usando un 'software' específico. «Lo más peligroso puede ser que 'vea' nuestra conexión a la oficina virtual de un banco, pero en ese caso, todos los bancos tienen webs con protocolos HTTPS y SSH, mecanismos de seguridad indescifrables. Es decir, es imposible que sea capaz de ver la contraseña o el DNI y mucho menos obtener la segunda clave que se necesita para hacer transferencias o para comprar 'online', clave que los bancos suelen enviar a móviles mediante SMS (fuera de la red de datos wifi) o bien a una tarjeta de claves».

Así pues, desde D-Link se recomienda, siempre que vayamos a enviar o recibir datos sensibles, navegar únicamente por páginas web seguras con los mencionados protocolos, evitando por supuesto las redes públicas. «También podemos conectarnos mediante una red VPN, que crea un túnel seguro entre el router y el cliente, aunque en este caso se necesitan ciertos conocimientos técnicos». Y, en caso extremo, reducir la potencia de emisión dentro de los márgenes que nos permitan una buena cobertura dentro de nuestras casa, pero asegurando que no llegará al vecino.

Pero, más allá de este problema puntual que ha surgido con WPA2, hay ciertos consejos y recomendaciones que conviene seguir para intentar asegurarnos de que nuestra conexión inalámbrica es segura. Además de tener una clave con multitud de caracteres, símbolos y números, para que sea más complicada de descifrar, también podemos realizar algunos ajustes en la configuración del router o punto de acceso.

Basta conectarse con cualquier navegador al router a (generalmente) la dirección IP 192.168.0.1 y realizar unos pasos. El primero es deshabilitar el servidor DHCP que asigna IP automáticas para que se conecte cualquier dispositivo (es el estándar de cualquier red doméstica) y asignar IP fijas a cada uno de los dispositivos clientes, lo que blindaría los intentos de intrusión mediante obtención de IP. Después, restringir el número de dispositivos que se pueden conectar, es decir, el router no dará más direcciones IP si le decimos que solo vamos a conectar dos móviles, una TV o una impresora, es decir, 4 en total.

A continuación, crear una red de invitados, conocida como Guest Zone, crea una red paralela para que no pueda acceder a archivos o carpetas que tengamos compartidas en nuestra red y es ideal cuando queremos que se conecten invitados, la niñera, etc; y programar de activación de la red wifi, la mayoría de routers permiten programar el funcionamiento de la red wifi a unas determinadas horas, cuando estamos en casa.

Por último, y no menos importante, Trejo recomienda mantener actualizados tanto los sistemas operativos como los drivers de nuestros productos. «Los proveedores y fabricantes solemos incluir las mejoras en seguridad y las soluciones de las vulnerabilidades que se van publicando».