La inteligencia artificial quiere ser el mejor amigo del hombre

Los investigadores generaron 380 vídeos en primera persona, 24.500 fotogramas de movimientos, que emplearon para predecir cómo actúa el perro en el mundo visual en respuesta a varias situaciones, en base a las secuencias de movimientos previamente registradas.

Aprender a actuar como un perro, aprender a planear como un perro y usar los movimientos de los perros como una señal de supervisión para la representación del aprendizaje son los tres problemas que los investigadores enfrentaron durante su trabajo.

Para desarrollar el trabajo, equiparon a los animales con varios sensores distribuidos a lo largo del cuerpo y patas para registrar todos los movimientos. Además, situaron una pequeña en la cabeza que registró las acciones del perro junto con los movimientos correspondientes.

Además para resolver el enigma de cómo planifican los perros sus acciones, los investigadores reconstruyeron la secuencia de acciones factibles que permitieran pasar de un estado a otro

Finalmente para resolver la ecuación de cómo se puede aprender desde la perspectiva de un perro, los investigadores compararon la información decodificada de la representación procedente de imitar el comportamiento del perro con una representación generada en una red previamente alimentada para la clasificación de imágenes.

Este estudio permitió crear modelos con los que predecir movimientos futuros de un perro así como planear movimientos similares a los del animal. El trabajo ha servido para localizar patrones en el movimiento de los perros, en un nuevo enfoque para entrenar sistemas de inteligencia artificial directamente desde los datos recogidos de los canes. Los resultados podrán aplicarse a creaciones robóticas, como un perro robot.