Regresa NBA 2K16, regresa el rey

A mediados de la pasada generación 2k ya había roto la carrera con su archirival EA, que se vio obligada hace un par de años a tomar un respiro, cancelar su entrega anual, y tratar de rehacerse para volver a ser competitiva. A día de hoy, todavía no pueden hacer frente a la abrumadora fortaleza de 2k, pese a haber puesto en circulación entregas en formato digital.

Éstas son las claves: la fortaleza, la solidez de un motor de juego, una inteligencia artificial y unos gráficos que, siendo todos ellos continuistas, siguen ofreciendo un apartado visual y jugable firma única de juegos sobresalientes.

Para aquellos veteranos de la saga el cambio con respecto al pasado año es pequeño. Nada significativo en lo visual. Se conserva el indicador de tiro incluido el año pasado, lo cual es un acierto, y en defensa el sistema nos indica cuando hemos perdido el marcaje de nuestro rival. Tenemos también la referencia de las estadísticas más importantes del jugador que manejamos en la esquina superior derecha y también nos puntúa la ejecución de los tiros realizados. En lo referente a la jugabilidad, aquellos con más años de experiencia podrán encontrar cambios, no radicales, pero sí significativos. Ahora podemos ejecutar pases picados y bombeados usando un único botón, es bastante intuitivo y rápido en ejecución, lo que permite realizar unos contraataques algo más decisivos. Por otro lado, al sistema de bloqueo se le ha dado un nuevo control y tiene un peldaño más de profundidad, permitiendo elegir el lado sobre el que deseas el bloqueo. Además permite, como en ediciones anteriores, las tres variantes posibles: engañar y no llegar a bloquear, bloquear y continuar o bien bloquear y pararse para recibir y tirar a canasta desde media distancia. En este apartado el manejo se antoja un poco más difícil de asimilar que en años anteriores ya que hasta pasada media docena de partidos es complicado 'ejecutar sin pensar' los movimientos que queremos llevar a cabo. Por otro lado el sistema de pase, usando el gatillo superior derecho más el botón de 'posición de jugador' ha mejorado con respecto al año anterior, los receptores de los pases se mueven a esperar el balón donde se les indica, permitiendo quedarse encarados a canasta para lanzar según reciben, una gozada para enchufarlas desde media o larga distancia.

La historia de Lee, un quiero y no puedo

En caso de que se llegue por primera vez a este simulador deportivo, 2k ofrece un modo para hacerse más fácilmente con los controles, es 'Mi jugador'. Además, este año ha sido el punto que más se ha enfatizado durante su campaña promocional, al estar dirigido por el cineasta Spike Lee. El apartado nos permitirá encarnar a un jugador desde su salida de la escuela, pasando por la universidad y siendo drafteado posteriormente, para convertirnos, con el paso del tiempo, en una leyenda del Salón de la Fama. El manejo del jugador es más asequible que el del quinteto al completo, además podemos editar gráficamente las opciones para que el sistema nos indique con dibujos sobre el parqué la posición o movimiento que debemos realizar para cumplir con la jugada que está ejecutando nuestro equipo, y así, estar siempre de manera más o menos directa interactuando con los compañeros. Si bien como modo de aprendizaje este modo de juego es muy válido, carece de la personalidad que debería, y el empaque que, como desarrollo de historia, imaginamos que buscaba la editora, al estar firmado por el director.

El guión inicialmente parece interesante pero comienza a perder interés, a medida que se suceden los partidos iniciales y éste avanza. El problema radica fundamentalmente en que la historia contada es exactamente igual, punto por punto, a cualquier película de baloncesto de estudiantes universitarios. Y de hecho no se diferencia tanto de cómo avanzaba la historia en las anteriores entregas. Spike Lee ha filmado a actores de carne y hueso que luego han sido convertidos en personajes del juego pero el resultado final deja que desear. Las cámara, a menudo estática; la ausencia de decisiones reales -apenas tomas dos en todo el modo historia-, el hecho de que tu labor en los partidos no influya en el argumento y su escasa duración sientan más como un quiero y no puedo.

La sensación durante el juego en estos primeros compases es desconcertante. Tras una pequeña escena de guión, comienzas un partido sin ningún tipo de información, sin saber muy bien que hacer, corriendo para defender, corriendo para atacar No se dispone de feedback visual que te indique los aciertos y errores y, por alguna oscura razón, el personaje manejado no tiene excesivas dificultades en destacar sobre el resto. Tampoco hay comentarios durante los partidos Esta suma de factores crea una atmósfera extraña para el jugador, y genera una sensación de falta de conexión entre el personaje y el partido en el que participa. Sin embargo, no por ello el juego queda ensombrecido, en este mismo modo de juego, una vez el jugador sale de la universidad y se enrola en la franquicia de la NBA elegida, la fortaleza y el empaque marca de la casa se apodera de cada gota de sudor que el novato derrama sobre el parqué, vuelven los feedbacks, vuelven las palmadas en la espalda o las broncas del entrenador, vuelve el personaje a enganchar rachas nefastas o buenas, o bien pasa desapercibido en algún partido, pero siempre hace sentir el peso de la responsabilidad de fallar o acertar un tiro.

Otras modalidades

Por otro lado, la franquicia tampoco ha descuidado sus modalidades de juego, ya no hablamos solo de calidad, sino también de cantidad. Presenta un nuevo modo que enfrenta '5 vs 5' en ligas online, y mantiene los modos ya conocidos, como 'Parque' (modalidad de estilo callejero), 'General Manager' (llevando las finanzas de la franquicia elegida), 'Equipo' (preocupándote unicamente de jugar una temporada con tu equipo favorito) y 'Liga' (con carácter online).

La sinergia de todos sus apartados es la razón fundamental por la que NBA 2K parece que seguirá haciendo sombra a cualquier desarrolladora que pretenda crear un título de baloncesto, 2k tiene los gráficos, tiene los controles, pero sobre todo tiene las sensaciónes, el saber transmistir a sus jugadores cada uno de los aspectos que se dan cita sobre la madera. ¿Es quizá NBA 2K el Michael Jordan de los videojuegos? Con toda probabilidad.