Secciones
Servicios
Destacamos
Philips
Jueves, 24 de septiembre 2015, 00:08
La sanidad promueve el cuidado de la salud y proporciona atención sanitaria a las personas. Algo aparentemente sencillo conlleva grandes retos cuando pensamos en su materialización en centros sanitarios (centros de salud, clínicas, hospitales, etc.). Estos retos, de manera general, podrían resumirse en garantizar el ... adecuado cuidado del paciente, motivar el bienestar de los profesionales que allí trabajan, llevar a cabo la operativa diaria correcta y eficientemente y promover la mejora continua.
La 'máquina de curar' necesita de un gran número de recursos para su correcto funcionamiento. La sincronización y armonía de todos ellos es fundamental para llevar a cabo las tan importantes tareas que allí se desarrollan, en pro de la salud. La iluminación, natural y artificial, es uno de los recursos que entran en juego, y tiene un protagonismo particular porque por un lado influye sobre las personas de manera visual, emocional y biológica; y por otro, (la iluminación artificial), lleva implícito un consumo de energía que es importante no descuidar.
El aumento de la esperanza de vida y la concentración de la población en núcleos urbanos supone para cualquier centro hospitalario un reto fundamental: ¿cómo ofrecer una buena atención a las personas y al mismo tiempo plantear una gestión eficiente que posibilite el sustento del sistema?
La influencia de la iluminación en las personas
La luz influye sobre las personas de manera visual. La cantidad y calidad de la luz que influye directamente sobre el rendimiento en la realización de las tareas en el personal sanitario, desde el punto de vista emocional, donde el brillo, el color y la intensidad de la luz van a actuar sobre nuestras sensaciones en el entorno iluminado. Biológicamente, la luz actúa a través de los fotorreceptores situados en el ojo, regula las hormonas cortisol (hormona del estrés) y melatonina (hormona del sueño), influenciando sobre nuestro reloj biológico y los procesos de recuperación de los pacientes.
En el ámbito sanitario, debemos diseñar la iluminación centrados en las personas y en sus necesidades, ya que las necesidades de iluminación de los pacientes, visitantes y profesionales médicos son muy distintas. La única forma de encontrar una solución de iluminación óptima en cada entorno supone equilibrar estos tres efectos (visual, emocional y biológico).
Para los pacientes esto significa crear un ambiente tranquilo y relajado que puedan personalizar según su estado de ánimo. Para los visitantes, tener una buena señalización de cada zona y áreas de espera relajantes. Y en las áreas médicas, iluminación de calidad y funcional, de forma que facilite el diagnóstico y ayude a los profesionales a trabajar con mayor eficacia.
Los hospitales están compuestos de diferentes tipos de áreas interiores y exteriores. Las tecnologías actuales permiten iluminar correctamente cada espacio pensando en la influencia que tiene la iluminación en las personas. Por ejemplo, fachadas y zonas comunes pueden incorporar iluminación con cambio de color, hecho que permite acercar el edificio de una forma amable a los pacientes, como es el caso del hospital infantil Phoenix Childrens Hospital en Arizona.
Por otra parte, las zonas de cuidados críticos pueden incorporar soluciones como HealWell o Luminous Ceiling. Ambos sistemas de iluminación de Philips introducen alumbrado dinámico que simula los ritmos de luz diarios del exterior, que contribuyen a mejorar y agilizar la recuperación del paciente.
Iluminación conectada
Los hospitales suelen usar el doble de energía por metro cuadrado que los edificios de oficinas comerciales y, según estudios realizados, aproximadamente el 22% de su factura de energía se destina a la iluminación. Esto supone un potencial de ahorro enorme si se sustituyen los sistemas tradicionales por tecnología LED, que se maximiza en combinación con sistemas de control.
La reducción de emisiones de CO2 va aparejada a lo anteriormente expuesto, y es de gran importancia. La iluminación eficiente con tecnología LED permite reducciones en la huella de carbono, lo que tiene un gran peso en el cumplimiento de la normativa de edificación y en la obtención de créditos de certificación de programas nacionales o internacionales como LEED, BREEAM, HQE, DGNB, o VERDE, entre otros.
La actividad en un hospital no descansa, pero sí que está sujeta a diferentes niveles. Adaptar la iluminación a esas necesidades variables, a través de la instalación de sistemas de control, puede suponer ahorros del 80%.
Un ejemplo clave de aplicación sería en los pasillos, ya que la circulación en hospitales normalmente ocupa un 20% de la superficie total construida. En un pasillo con aporte de luz natural, el control inteligente de la iluminación puede adaptar el nivel de la luz durante el día, beneficiándose de la luz natural que recibe del exterior; y durante la noche, el nivel de luz se puede atenuar, haciendo que recupere su intensidad normal, si detecta la presencia de personas en el pasillo.
En el panorama nacional, el grupo Hospitales Nisa, tras aplicar un ambicioso proyecto de eficiencia energética ha conseguido reducir el consumo relativo a la iluminaciónen un 64%, lo que implica una reducción de más de 2.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.