Los móviles mudan la piel

En China, que a día de hoy es el gran hipódromo de la telefonía móvil, las ventas se redujeron en el segundo trimestre de este curso por primera vez en seis años. La revolución de los 'smartphones' ya ha puesto ya uno de estos en bolsillo de gran parte de la población y el mercado ya da ciertos síntomas de fatiga ante una ritmo de renovación endiablado en el que vemos como las mismas compañías lanzan varios terminales 'estrella' en doce meses.

Si a todo esto, le añadimos que la nueva generación de fabricantes de ojos rasgados como Xiaomi o Huawei están atacando con crudeza el flanco del precio, la ecuación exige soluciones y cuidar hasta el mínimo detalle.

Samsung mueve ficha

Samsung movió el pasado jueves pieza. Lo hizo presentando dos nuevos 'phablets'. Algunas no dudaron en ironizar cuando, en 2011, los surcoreanos pusieron en juego un generoso móvil de 5,3 pulgadas bajo el epígrafe Galaxy Note. Cuatro generaciones de producto después, nadie duda su futuro. Hasta Apple, reticente a la hora de inyectar la hormona del crecimiento a sus iPhone, el pasado año presentó una versión 'Plus' de este terminal consiguiendo una notable éxito en el mercado con el tándem de un iPhone 6 pequeño y otro grande.

Con el Note 5, conocido por el puntero que equipa, Samsung se adelantó a la manzana, que presentará nuevos modelos en septiembre. Con esta nueva versión se certificó lo que ya se empezó a vislumbrar hace meses: el plástico y acabados que imitasen la piel para sus terminales de alta gama queda enterrado. Como ya hiciesen con el S6, han elegido el cristal templado para el cuerpo el teléfono y el aluminio para los marcos.

Además, tal y como se venía rumoreando, la presentación sirvió para presentar una 'versión' vitaminada del S6 Edge, la punta de lanza de su catálogo. Se trata de un terminal que tiene los bordes de la pantalla curvados, donde se pueden consultar de manera independiente algunos contactos. En febrero este experimento fue muy bien recibido por la crítica, que esperaba desde hace tiempo un móvil capaz de competir con Apple de tu a tú. La demanda superó las expectativas iniciales -también se comercializó un modelo plano- y la cadena de producción incluso se llegó a resentir.

S6 Edge Plus, una versión 'vitaminada'

Con el S6 Edge Plus, el único de los modelos descubiertos la pasada semana que llegará a Europa por el momento, la pantalla del terminal crece hasta las 5,7 pulgadas, incluye 4GB de RAM y remoza, entre otras cosas, su sistema de carga rápida, que con unos pocos minutos en el enchufe permitirá utilizarlos varias horas. De esta manera, la multinacional quiere exprimir un diseño que ha resultado atractivo al gran público y dar la vuelta a los resultados de su división móvil, que acumulan varios trimestres de retrocesos en sus beneficios. El peaje a pagar: la eliminación de la tarjeta microSD para ampliar memoria o la batería reemplazable al tratase de un teléfono de una sola pieza.

Samsung y Sony, cristal templado. HTC, acero pulido. Otros escogen el aluminio para dar ese acabado noble. Incluso, LG, que sigue apostando por el plástico como ingrediente base, ha incorporado en el G4 una parte trasera realizada en cuero. No se trata de que el terminal haga buenas fotos, ofrezca buen sonido y rendimiento sino que a simple vista también transmita calidad.

El refugio de la gama media

Sin embargo, no todo el mundo quiere hacer un gran desembolso a la hora de comprar un móvil y se fijan en lo que ha venido a llamarse la gama media. Un tipo de producto que, por ejemplo, ha servido a Motorola para recuperar sus constantes vitales ahora que está en manos de Lenovo. El Moto G, un terminal por apenas 200 euros, fue renovado el pasado mes de julio ofreciendo, entre otras cosas, resistencia al agua, una característica que parecía apuesta casi exclusiva de Sony hasta el momento.

Este modelo de terminales asequibles para usuarios que no hacen un uso intensivo de su teléfono ha funcionado también a la española BQ o a empresas como ZTE o Sony, que ahora ha puesto especial interés en ellos. Se trata de ofrecer mejores cámaras y buena experiencia ahorrando costes, por ejemplo, sin pantallas de resoluciones estridentes o utilizando procesadores y chips menos conocidos.