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Encarni Hinojosa
Domingo, 15 de marzo 2015, 09:58
Uno de los padres de la ciencia ficción, el escritor ruso Isaac Asimov, estableció en 1942 en una de sus obras las tres leyes de la robótica, que sentencian que los robots están al servicio de las órdenes del hombre salvo en los ... casos en que sus acciones hagan daño a un ser humano. Esta norma se ha convertido en el leitmotiv de muchos argumentos de este género literario y cinematográfico, generalmente al enfrentarse un autómata a la disyuntiva de cumplir el mandato de un hombre que le ordenaba matar a otro o, incluso, a toda la humanidad. Pero lo que Asimov no aclaró es si lo de hacer daño a un humano se restringía solo a lo físico o englobaba todos los actos que pudieran causar cualquier tipo de inconveniencia al hombre. Si la interpretación va más por este último camino, la ley número uno de la robótica se está incumpliendo en Cádiz: un androide podría haberle quitado el trabajo a un ser humano.
En la localidad gaditana de Puerto Real se está llevando a cabo una experiencia pionera que tiene a la robótica japonesa como protagonista. La planta de montaje de algunas de las partes de los aviones Airbus, que se encuentra en este municipio andaluz, lidera un proyecto de investigación tecnológica llamado 'Futurassy' que intenta automatizar al máximo ciertas actividades laborales. A finales de enero, a la fábrica de Puerto Real llegó un nuevo compañero procedente de Japón y con la original característica de que no se trataba de un humano, sino de un robot antropomórfico con dos brazos: 'Nextage'. El androide, fabricado por la empresa nipona Kawada Industries, está diseñado para realizar la tarea de remachado de piezas aeronáuticas compartiendo espacio con un operario de carne y hueso. Con esta iniciativa se pretende relevar de este monótono trabajo a los empleados, que incluso han sufrido lesiones en las articulaciones superiores. El proyecto 'Futurassy' está liderado por Airbus y cuenta con la colaboración de la Corporación Tecnológica de Andalucía y las universidades de Sevilla y Cádiz, entre otros organismos.
Apogeo androide en Japón
Aunque pionera en España, la utilización de robots como trabajadores no es nueva en el mundo. En el país líder de la robótica, Japón, es una opción que en los últimos años está en auge. Softbank, la compañía de telecomunicaciones más importante del país asiático, presentó el pasado verano a su autómata 'Pepper', capaz de comunicarse de forma fluida con personas e interpretar incluso las emociones de sus interlocutores. El robot de 120 centímetros de altura, con cabeza, extremidades superiores articuladas y ruedas para desplazarse ya está siendo utilizado en algunos establecimientos como dependiente. La filial nipona de la compañía Nestlé tiene actualmente en plantilla varios 'Pepper' para atender en algunos puntos de venta de café del país y, para finales de año, quiere extender esta experiencia a un millar de sus tiendas por todo el mundo. Además, tras un retraso de meses debido a la alta demanda, el androide de Softbank será comercializado para hogares el próximo verano.
El banco nipón Mitsubishi UFJ también comenzará esta primavera a usar un robot similar, 'Nao', en sus sucursales para responder a preguntas básicas sobre los servicios de la entidad. En julio, abrirá en Tokio la primera hospedería atendida por robots, el Henn-na Hotel. Y empresas niponas de construcción e infraestructuras están invirtiendo gran parte de su presupuesto en el desarrollo de robots que reemplacen a los obreros, ya que la escasez y envejecimiento de la mano de obra japonesa en este sector son alarmantes.
Japón es el líder mundial en construcción y consumo de robots, donde se concentran aproximadamente la mitad de las unidades y de los ingenieros especializados que existen en el mundo. El Ministerio de Comercio e Industria de Japón calcula que en 2020 la producción del sector alcanzará los 2,9 billones de yenes, casi 23.000 millones de euros. En el país asiático se creó la primera asociación robótica del mundo en 1972 impulsado por la compañía Nissan y es un recurso común en los argumentos de obras manga y 'anime' como las populares 'Astroboy', creación más recordada de Osamu Tezuka, considerado el 'dios del manga', o la serie 'Doraemon' de Fujiko F. Fujio, donde el protagonista es un gato robot.
Los orígenes de la robótica en Japón se remontan al siglo XVIII, cuando aparecieron en escena unos autómatas de madera llamados 'karakuri' que eran usados en el teatro, en festividades religiosas o como mero entretenimiento en los hogares de la clase alta. El que se conserva con más antigüedad es un ejemplar de 160 años creado por Hisashige Tanaka, fundador de la compañía japonesa Toshiba.
El robot que no supo saludar a Merkel
La importancia que han adquirido los androides en Japón en los últimos años queda reflejada en sus actos protocolarios más importantes. Cuando el presidente de EE UU Barack Obama realizó en abril de 2014 una gira oficial por Asia, hizo su primera parada en el Museo de Ciencia y Tecnología de Tokio. Allí quien le recibió fue 'Asimo', el robot humanoide de Honda que mejor imita los movimientos de un ser humano. Tanto es así que jugó al fútbol con un Obama sorprendido e incluso asustado por el gran parecido del androide con un hombre real.
Esta semana, fue la canciller alemana Angela Merkel la que intercambió algunos pases de balón con 'Asimo'. Fue en su visita al Museo de Ciencias emergentes y la Innovación de la capital nipona dentro de su viaje oficial a Japón. He oído que le gusta mucho el fútbol, le dijo el robot a la germana en un perfecto alemán. Merkel quiso agradecerle el gesto al androide ofreciéndole su mano pero 'Asimo' quedó paralizado y uno de los representantes de las autoridades niponas que estaban presentes se excusó a la canciller explicándole que el robot no podía darle la mano porque no estaba programado para ello.
Este es uno de los puntos que dan cierta tranquilidad ante el apogeo de la robótica en nuestro mundo: cada androide está programado para una tarea concreta, no son polivalentes. Así que los gaditanos pueden estar tranquilos, por ahora 'Nextage' solo sabe remachar timones de los aviones A380.
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