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Michael McLoughlin
Domingo, 4 de enero 2015, 00:15
El inicio de 2015 también ha supuesto, en Europa, la puesta en marcha de un nuevo impuesto para las descargas digitales. Se trata de la directiva europea 2008/8/EC que popularmente ha cambiado esta nomenclatura técnica para pasar a conocerse como 'tasa Amazon', puesto que el gigante de Seattle será uno de los más afectados por este cambio tributario.
El asunto consiste, en líneas generales, que a partir de ahora estas ventas tomarán como referencia la ubicación del comprador y no el territorio donde esté radicada la sede de la empresa y deberán de ser gravadas de manera diferente hasta ahora. Esta modificación, que podría parecer baladí, repercutirá directamente en el precio que tendrán que pagar los usuarios puesto que las empresas deberán aplicar el IVA del país en cuestión.
De esta forma, los precios de ebooks, aplicaciones móviles, juegos en formato digital, pistas de música, el contrato de planes de 'hosting' o cuentas de 'cloud computing' se verán aumentados notablemente.
Muchas de las grandes marcas tecnológicas escogían Luxemburgo para instalar su residencia en Europa debido a las ventajas fiscales que ofrecía el Gran Ducado, en el ojo del huracán por los pactos que realizó el ahora presidente de la Comisión Europea Jean Claude-Juncker con algunas multinacionales. Amazon, por ejemplo, aplicaba a sus libros digitales una carga impositiva del 3%, que es la que reina en Luxemburgo. Desde el pasado jueves, debe, en el caso de España, sumar un IVA del 21%, lo que en la práctica supone 18 céntimos adicionales por cada euro.
El impuesto de valor añadido en España, en el caso de los 'ebooks', no es de los más altos pero dista mucho de ser de los más bajos. En Croacia o Suecia, como cuentan en Zona E-Reader, asciende al 25%, dos puntos por debajo de Hungría, que se lleva la palma con un 27%. Por debajo del 21%, Alemania (19%) o Malta (18%). Francia cuenta con un tipo reducido del 5,5%. El sitio web se hace eco de que el PP rechazó el pasado mes de marzo una iniciativa presidentada por CiU para equiparar la carga de las publicaciones digitales al de las publicaciones impresas, que es del 4%.
Todos los bienes digitales se verán afectados. Desde canciones que se compren por el móvil en plataformas como iTunes hasta las aplicaciones.En este último caso, tanto la empresa de Jeff Bezzos como Apple aplicaban un 15% correspondiende al IVA luxemburgués. Ahora los usuarios españoles verán como sube también hasta el 21%. Es decir, una aplicación que en Madrid costaba 0,99 euros (de los 14,85 céntimos correspondían a impuestos) verá su coste incrementado hasta el 1,03 euros.
Las empresas que comercialicen con estos bienes deberán recolectar datos, y guardárlos durante un tiempo por si lo requieren en una audiotoria, como la dirección o vivienda habitual, la IP o el país de procedencia del banco.
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