Así viven los Trapp, la familia más alta del mundo

Y es que no es de extrañar la afición de esta familia por este deporte, dadas sus condiciones físicas. Naturales de Esko, Minnesota, en Estados Unidos, la altura de los tres hijos de Scott y Kristine responde a la herencia, pues el padre alcanza los 2,03 metros. Él mismo ha confesado que se sorprendió cuando sus hijos (sobre todo las chicas) le superaron en altura, pues tanto Adam, como Savanna y Molly han logrado crecer aún más que él. Mientras Adam (el hermano pequeño) mide más de 2,22 metros (fue él quien alentó a su hermana a presentar a la familia al récord Guinness), Savanna iguala a su padre y Molly llega hasta los 2,01 metros. «Me encanta decir que soy la persona más baja de la familia más alta del mundo», asegura Kristine Trapp, que con su metro noventa es la más pequeña de los cinco miembros que componen su familia.

Tras haber logrado el récord Guinness, también han explicado algunas de las complicaciones a las que tienen que enfrentarse en el día a día debido a su nada usual altura, tales como las dificultades que entraña «bajar escaleras» o el uso del coche, que tiene que ser un 4x4. Una serie de peculiaridades que han servido a los usuarios de las redes sociales para convertir su historia en viral y dar rienda suelta a su ingenio, con afirmaciones como que, los padres, en vez de esconder las chucherías en el altillo las ocultaban de sus hijos bajo la cama.