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Jaume, en su 'oficina', con los útiles de maquillaje y peluquería que emplea como funerario. Eva Parey
Toda una vida junto a la muerte

Toda una vida junto a la muerte

Festividad de Todos los Santos ·

Jaume tiene 48 años y ya con 16 empezó a trabajar en una funeraria. «La duda que siempre me preguntan es qué hacemos si lleva lentillas», cuenta

Viernes, 1 de noviembre 2024, 00:55

A los 16 años Jaume Prats estudiaba para administrativo cuando le salió una sustitución en las oficinas de Pompas Fúnebres Badalona (PFB), una de las principales funerarias del área metropolitana de Barcelona. A aquel jovencito de natural curioso le picaba el gusanillo de qué hacían ... sus compañeros con los difuntos, cómo era eso de trasladar y preparar un cadáver. Así que un día se ofreció a acompañarles en un servicio que aún recuerda. «Era un señor obeso que vivía solo en un cuarto piso sin ascensor y que había fallecido de un infarto». No fue desde luego un 'flechazo', pero por alguna razón aquella labor «de cuidar a la persona, aunque no esté viva», le gustó, y 30 años después ahí sigue en un oficio que se ha adaptado a los nuevos tiempos y en el que técnicas como la tanatoestética, en la que es un experto, se han vuelto imprescindibles en su día a día.

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