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Terry Basterra
Miércoles, 26 de junio 2024, 09:22
En la Península Ibérica hay documentadas unas 1.400 especies de arañas. Solo tres de ellas son capaces de provocar cuadros clínicos complejos con su mordedura. Las dos más venenosas es muy raro que tengan contacto con el hombre. Se trata de la viuda negra ... europea y la viuda negra ibérica. Ambas habitan en áreas muy restringidas de zonas campestres alejadas de los ámbitos urbanos. Pero con la tercera especie es distinto. Se trata de la Loxisceles rufescens, que popularmente se conoce como araña violinista o reclusa parda mediterránea. Está muy extendida, pero lo que es más significativo es que se ha adaptado a vivir en las viviendas, sobre todo en las viejas. Le gustan los espacios tranquilos como áticos, desvanes y sótanos. También se esconde bajo las cajas, en graneros y leñeras o bajo las piedras y troncos.
Aunque se trata de una especie muy poco agresiva, cuando la violinista muerde puede provocar lesiones cutáneas significativas. Las encimas de su veneno son capaces de causar necrosis (muerte del tejido) en la zona de la picadura. Cuando se dan estos cuadros es preciso que la persona afectada reciba atención médica. En Euskadi, por primera vez, se ha notificado la mordedura de una de estas arañas. En realidad fueron tres picotazos a una misma persona en su vivienda de Santurtzi.
Según se recoge en un artículo científico publicado este mes en la revista de la Sociedad Española de Salud Ambiental (SESA), los hechos tuvieron lugar entre mayo y septiembre de 2023, siempre en la misma zona del balcón de la casa donde vive esta persona. El afectado, un varón de 42 años, se dio cuenta de que le había mordido un insecto en la cara interior de su antebrazo izquierdo el 17 de mayo de aquel año. Cuatro días después acudió a su médico de cabecera con dolor y acumulación de pus en la zona. El absceso alcanzó un diámetro de dos centímetros. El facultativo, además de drenarle la herida, le pautó antibiótico durante siete días.
12 casos de mordedura de esta araña se han acreditado en España entre 2005 y 2023.
Con la segunda picadura, registrada en junio del pasado año, la evolución fue mejor. Pero con la tercera, en septiembre tuvo que acudir en dos ocasiones a Urgencias al no mejorar con el antibiótico. En ambas ocasiones fue ingresado en observación. Según figura en el artículo, tanto en la consulta de Atención Primaria como en las Urgencias «se le diagnosticó como un cuadro necrosante cutáneo compatible por mordedura de araña reclusa mediterránea», según se recoge en el artículo científico firmado, entre otros, por Mikel Alexander González, doctor en Biología y entomólogo.
Después de esa tercera mordedura el paciente buscó entre las macetas de su balcón y, tras rociar las plantas con insecticida, afirmó que salieron dos arañas cuya descripción coincide con la de esta especie. Curiosamente en el momento de las tres picaduras el afectado estaba fumando.
González subraya que es muy poco habitual que las arañas muerdan. Asegura que en la mayoría de ocasiones las picaduras que la gente atribuye a estos arácnidos las han causado otros artrópodos. «No pican, entre otras cosas porque no se alimentan de sangre. La mayoría de arañas, pese a su mala fama, son inofensivas. Cuando muerden suele ser de forma accidental y la mordedura únicamente es peligrosa en muy pocos casos», explica el experto. Incluso con la araña violinista es frecuente que sus picaduras pasen desapercibidas y el afectado no presente ningún síntoma o que solo le provoque un leve picor. Pero hay personas a las que le provoca un cuadro clínico característico llamado loxoscelismo.
En España entre 2005 y 2023 se han publicado 12 casos acreditados de envenenamiento causado por la araña violinista. El artículo firmado por González recoge otros cuatro más, entre ellos el del hombre vizcaíno. Esta baja prevalencia de mordeduras graves, pese a la alta expansión de esta araña, avala, según los expertos, que «no se trata de una especie agresiva» e insisten en que su mordedura es accidental.
La violinista es marrón, de patas largas y mide hasta 4 centímetros. Otra de sus características es que en lugar de 8 ojos tiene 6. El nombre de violín se le da por el aspecto que tiene cuando se la mira desde arriba. Aunque se cree que es africana, tiene vocación invasora y está extendida por todo el Mediterráneo. Le gusta esconderse en lugares pequeños y oscuros. No es raro que lo hagan en cajas. De hecho González apunta que ha podido ser a través de ellas su forma de expansión, gracias «al comercio y al transporte». El artículo destaca la importancia de sensibilizar a la población y concienciar a las autoridades para incluir a esa araña en los programas de vigilancia y control de plagas urbanas por ser «un problema de repercusión en la salud pública del ámbito privado y público».
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