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La Unidad Militar de Emergencias (UME) ha presentado este miércoles su campaña anual de Lucha Contra Incendios Forestales (LCIF), que comenzó el pasado 1 de junio y finalizará el 30 de septiembre. Lo ha hecho en un acto en su cuartel general de Torrejón de ... Ardoz, en Madrid, al que ha asistido la ministra de Defensa, Margarita Robles y el jefe la UME, el teniente general Francisco Javier Marcos, entre otros mandos.
Este año la UME pone a disposición del Estado 1.400 militares en ataque directo al fuego y otros 1.500 en funciones de apoyo logístico, reforzando así la acción de las comunidades autónomas en virtud de sus competencias en Protección Civil y gestión forestal. Esos 2.900 efectivos representan cerca del 83% del total de integrantes de los batallones de la UME.
La principal novedad para este verano es el uso de varios modelos de drones con capacidad de cámara térmica y el envío de imágenes en tiempo real para facilitar las tareas de extinción a los intervinientes.
Pero entre estos drones, destaca particularmente la máquina automotriz teleoperada, un dron terrestre que la UME acaba de adquirir y que formará parte de la futura Unidad de Drones de la UME (UDRUME), con base en el acuartelamiento de León. «Este dron es absolutamente novedoso en todas las administraciones del Estado y me atrevería a decir que en Europa», apuntó el jefe la UME.
El aparato, con una autonomía de ocho horas y manejado a distancia, permite desbrozar superficie vegetal seca como matorrales y arbolado, que son el verdadero combustible que alimenta los incendios. Su labor equivale al trabajo de desbroce que puedenr realizar diez militares con herramientas ligeras. Pesa unos 3.500 kilos y mide algo más de dos metros y medio de largo por 1.76 de ancho. «Esta máquina nos va a permitir desbrozar y crear una línea de defensa, una zona de tierra donde se pararía el fuego«, explica el brigada Colmenar, uno de los soldados que opera el dron desde una consola.
Fabricado en Gijón por la empresa tecnológica SVMAC, se trata de un prototipo en pruebas al que la UME quiere incorporar algunas mejoras, como una luz de 360 grados «porque nosotros trabajamos día y noche«. El dron terrestre, que complementará el trabajo de las máquinas tipo bulldozer, también permitirá la defensa »de puntos sensibles«, como núcleos de población, gasolineras y casas aisladas.
Otra de las novedades para esta campaña es la mejora de los sistemas de telecomunicaciones que, con el aumento de la capacidad de transmisión de datos vía satélite y el suministro de terminales Starlink, permitirá una mejora sustancial en la transmisión de datos e imágenes.
Según el jefe de la UME, este verano, aunque se prevé más cálido de lo normal, el grado de peligrosidad de incendios y por tanto la probabilidad de intervención de la Unidad es «moderado» gracias al régimen de lluvias de las últimas semanas. Con todo, hay zonas donde la probabilidad de intervención es alta, concretamente Levante, Murcia y las Islas Canarias en la primera parte de la campaña (esto es entre el 1 de junio y el 31 de julio), a las que habría que sumar zonas del sur de Galicia (Orense) y de Castilla-León (fundamentalmente León, Zamora, Salamanca y Ávila) en la segunda parte, del 1 de agosto al 30 de septiembre.
Para esta campaña, la UME activa a casi tres mil militares repartidos entre sus batallones y la Unidad de Intervención en Emergencias (UIEM) de Canarias. Al igual que en otros años, la UME dispondrá temporalmente de personal y material en varios destacamentos repartidos por el territorio nacional con el fin de reducir el tiempo de despliegue en caso de intervención. Dichos destacamentos son el Acuartelamiento Jaime II de Palma de Mallorca; Sa Coma, de Ibiza; Acuartelamiento de San Isidro, en Mahón (Menorca); la Base Aérea de Armilla (Granada) y la Base General Morillo (Pontevedra).
Además, el Grupo 43, del Ejército del Aire y del Espacio (EA), trabajará en apoyo de la UME con diez aviones operativos. Se trata de apagafuegos aéreos Canadair CL 215-T y CL 415-T, que se irán desplegando de manera escalonada en Zaragoza, Pollensa (Mallorca), Santiago de Compostela (A Coruña), Salamanca, Málaga, Badajoz y Torrejón de Ardoz (Madrid). El 43 incorporará a partir de 2027 nuevos aviones anfibios, cuya compra fue aprobada el martes en el Consejo de Ministros.
Por su parte, el Batallón de Helicópteros de Emergencia, del Ejército de Tierra (ET) aportará dos HU-26 y dos HU-27, que operarán desde sus bases en Colmenar Viejo (Madrid) y Bétera (Valencia).
La ministra Robles destacó la importancia de la UME en las poblaciones donde interviene, pero no solo en lo relativo al trabajo que desarrollan y el despliegue de medios y personal, sino también desde el punto de vista psicológico. «Allí donde hay una emergencia o una desgracia están ellos poniendo mucha humanidad y cariño en las personas. Por eso son tan bien recibidos. La UME da una tranquilidad muy especial», dijo la titular de Defensa, que destacó el permanente contacto y la colaboración de la UME y las Comunidades Autónomas.
«Esta campaña representa un esfuerzo conjunto y coordinado para mitigar los efectos devastadores de los incendios y salvaguardar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas. La UME reafirma su compromiso con la protección de los ciudadanos y el medio ambiente, garantizando una respuesta rápida y eficaz ante cualquier emergencia», señalaron, por su parte, los responsables de la Unidad.
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