Secciones
Servicios
Destacamos
'Más vale prevenir que curar'. Esto significa que «es mejor adoptar los medios necesarios para que una situación no desemboque en un final sin solución alguna», según explica el Centro Virtual Cervantes en referencia a lo que recoge refranero popular. Durante las últimas semanas ... los vecinos de las costas de las provincias de Cádiz y Huelva no salen de su asombro tras la instalación de señales 'Tsunami. Ruta de evacuación'. Se trata de una iniciativa patrocinada por el Ministerio del Interior para la seguridad de todos.
No es un misterio que la Tacita de Plata, sobrenombre por el que se conoce a Cádiz y su espléndida bahía, y las costas que van desde ésta y hasta la mitad sur de Portugal fueron arrasadas en 1755 por las olas gigantes provocadas por el gran terremoto que destruyó Lisboa.
La señalización de tsunami no es una iniciativa de anteayer. Forma parte del Plan Estatal de Maremotos aprobado en 2021 por el Gobierno. Lo que ocurre es que la Dirección General de Protección Civil y Emergencias está poniendo en marcha la nueva guía para las rutas de evacuación en esos casos.
Como no podía ser menos, las señales de tsunami han causado dos reacciones distintas entre los vecinos. Una de sopresa/temor y otra de pitorreo. Las redes sociales arden de chanzas sobre un asunto en las que se dice que en Huelva «vamos a tener el choco y las corvinas al por mayor a pie de calle». Es más, un 'ticktocker' vecino de la barriada onubense de Isla Chica afirma: «Ciudadanos de Huelva, de aquí a nada estamos nadando por el barrio». Y hay quien le contesta: «Al final Sevilla va a tener playa».
Aunque parezca una broma, el riesgo está ahí. Lo que ocurrió el 1 de noviembre de 1755 podría volver a pasar. Aquel día una ola de entre diez y quince metros de alto arrasó la costa. Solo en la ciudad de Cádiz murieron 2.200 personas.
Hace 250 años no había alertas por maremoto y aquellos infelices fueron engullidos por el agua sin saber lo que se les venía encima. Con una alerta por un terremoto como las actuales habrían dispuesto de unos sesenta minutos para evacuar la zona. En todo caso, dado el aumento de la población, si no se evacua a tiempo las víctimas serían muy superiores.
El terremoto de Lisboa pudo ser uno de los más grandes medidos y habría alcanzado los 9,5 grados en la escala de Ritcher. Mató a cerca de 90.000 personas solo en la capital portuguesa, donde los edificios se desmoronaban o eran pasto de las llamas, según los crónicas.
Las costas atlánticas del suroeste peninsular fueron barridas por el posterior tsunami. Unas montañas de agua que en Cádiz capital fueron parcialmente detenidas por las murallas de la ciudad, que, a pesar de su solidez, quedaron muy afectadas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.