Golpe de efecto judicial contra las empresas de VTC (Vehículos de Transporte con Conductor) que operan en España. Un tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid ha estimado el recurso de dos colectivos del taxi y ha ordenado al juzgado de instrucción que reabra la ... investigación contra doce compañías del sector del transporte urbano y sus propietarios al apreciar indicios de un delito de falsedad documental. Según los querellantes, estas compañías estarían llevando a cabo «prácticas fraudulentas» en la identificación de su flota de vehículos con el objetivo de sortear la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) anual y evitar los mayores controles de circular como un taxi.
Publicidad
El auto de la sección 29 de la Audiencia madrileña ha estimado el recurso presentado por las asociaciones Taxi Project 2.0 y la Federación Profesional del Taxi de Madrid. La resolución revoca el sobreseimiento libre (archivo definitivo) decretado por el Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid -apoyado por la Fiscalía- sin apenas haber practicado diligencias. Ambos órganos determinaron que los hechos contenidos en la querella, enmarcados en delitos de falsedad documental y estafa, no tenían carácter punible penalmente y que, a lo sumo, solo tendrían consecuencias administrativas ante la Dirección General de Tráfico (DGT).
La resolución de 11 páginas, a la que ha tenido acceso este periódico, detalla que los cientos de vehículos en circulación de las empresas querelladas sustituyen la placa trasera de matrícula de color azul correspondiente a VTC por una blanca asignada a vehículos particulares antes de pasar la ITV, «con el consiguiente ahorro económico». Esta práctica, según los querellantes, constituye falsedad en documento público y, además, una presunta estafa porque presentar estos vehículos de transporte como si fueran turismos «podría suponer una eventual pérdida de negocio a las estaciones de ITV». Esto es, de pasar una inspección anual como ocurre con el taxi a hacerlo a los cuatro años como un particular recién matriculado.
La Sala de tres magistrados expone que el Tribunal Supremo ya unificó el delito de falsedad con respecto al uso irregular de las matrículas. El alto tribunal consideró que la placa es un elemento de identificación del vehículo cuando circula, tanto por el código alfanumérico como por su color. Y concluye que cualquier sustitución de la placa por la de otro vehículo o la modificación parcial de la misma «supone una clara simulación de la realidad administrativa que tiende a inducir a error sobre su identificación».
En el caso denunciado, las doce empresas de VTC como Auro -un gigante con unos 4.000 conductores moviéndose con las aplicaciones Uber o Cabify en las grandes ciudades- admiten en su recurso que cuando llevan un vehículo suyo a la ITV cambian la placa trasera con fondo azul por otra con fondo blanco para pasar la inspección como un turismo. Pero lo achacan a la «confusión normativa» que existe, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid respecto al propietario del vehículo (muchos son de 'renting') y el titular real de la licencia de transporte.
Publicidad
Este aspecto, sin embargo, no evita que los agentes de la policía local determinen que los VTC son vehículos de alquiler con conductor a todos los efectos (debe registrarse en su ficha técnica) y tienen que circular y pasar la ITV con placas azules como los taxis. Pese a ello, en los últimos tiempos se está tramitando un volumen relevante de multas por este incumplimiento, según asegura Tráfico.
En suma, el auto del tribunal concluye que concurren «indicios de una actuación ilícita por parte de los querellados» al llevar a cabo esa conducta de modificación de unos de los elementos de identificación de la matrícula, el color de fondo de la placa, para ahorrarse los costes de la ITV. En conclusión, añade, «se hace preciso» que el juzgado investigue si esta práctica es constitutiva de la infracción penal denunciada.
Publicidad
Hace un año ya se conoció que Moove Cars, el gigante español de VTC y principal proveedor de Uber, aprovecha sus permisos de circulación para sortear sus revisiones anuales obligatorias. La mercantil tiene en circulación unos 4.800 vehículos en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Granada, Valencia y Bilbao, cuyas licencias no cumplen con la normativa en vigor para este servicio de movilidad urbano.
El ardid consiste en emplear vehículos con permisos de circulación donde se «trampea» su condición de VTC en la catalogación del servicio al que se destina, denominado D-4. En concreto, la documentación consultada por este periódico recoge en su licencia servicio de «alquiler sin conductor». Una referencia errónea que afecta directamente a la condición del vehículo en su ficha técnica, que está expedida por la DGT, cuando en realidad debería aparecer una numeración similar al de un taxi: código 1.041.
Publicidad
El ahorro estimado por esta práctica si se computa la flota de Moove Cars sería de unos 144.000 euros al año, y alrededor de 576.000 euros al finalizar el periodo de exención de la ITV para los vehículos recién matriculados.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.