La sequía y la DANA de septiembre reducen la cosecha de vino

Según el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en esta comunidad, José María Fresneda, «las estimaciones de producción han ido descendiendo a medida que avanzaba la campaña pues el fuerte calor de los meses de agosto y septiembre ha afectado a las plantaciones vitícolas reduciendo su productividad, especialmente para los tintos y varietales». La sequía ha afectado, sobre todo, a los viñedos de la provincia de Albacete donde la producción ha caído un 50%.

Un problema al que hay que añadir la DANA de septiembre que en comarcas como Méntrida, en la provincia de Toledo, ha causado mermas que llegan al 35% ya que este fenómeno meteorológico arrancó multitud de viñedos a las puertas de la vendimia. No obstante, según ASAJA, no se han registrado enfermedades destacables en las vides, lo que ha dado lugar a una «muy buena calidad» en la cosecha de este año.

Por su parte, la organización Cooperativas Agro-alimentarias de España asegura que la cosecha española de uva de este año será la más baja del siglo XXI, situación que influirá decisivamente en el mercado global vinícola a corto y medio plazo. En lo que respeta a otros países productores, Francia podría repetir una cosecha parecida al año anterior, con 46 millones de hectolitros, mientras que Italia, afectada por enfermedades criptogámicas en las regiones del centro y sur del país habría tenido una cosecha inferior a los 43 millones de hectolitros cuando el año pasado obtuvo más de 50 millones. Esta situación dibujaría una producción en la Unión Europea de menos de 150 millones de hectolitros de vino y mosto.

En cuanto a la comercialización, los agricultores se quejan de que «los precios que se han pagado por la uva han sido más bajos que el pasado año, a pesar de que los costes de producción no han dejado de incrementarse», apunta José María Fresneda, para quien «los vinos tintos tendrán una difícil salida y han obtenido unos precios aún más bajos mientras que ocurre lo contrario con los blancos y los mostos, donde se observa una tendencia al alza en la demanda». «Más allá de las cifras de producción, el balance final de la campaña es que las explotaciones no tienen rentabilidad debido a muchos factores, especialmente el incremento de los costes de producción y los precios bajos», subraya el responsable de ASAJA en Castilla-La Mancha.