Sanidad abre una inspección por la posible intoxicación de los invitados a una boda en Santander

Sin embargo, el goteo de pacientes con un denominador común -haber compartido mesa y mantel el sábado en la celebración del enlace- llevó al Servicio de Urgencias a dar cuenta de la situación a la Dirección General de Salud Pública para activar el protocolo por intoxicación alimentaria. Ayer por la tarde, Sanidad ya disponía de la relación de invitados, aunque no se había procedido aún a tomar las muestras de los alimentos consumidos en el banquete porque el establecimiento estaba cerrado, según explican a este periódico desde la Consejería.

Será hoy, martes, cuando técnicos del departamento de Seguridad Alimentaria del Gobierno de Cantabria inicien una inspección para determinar el posible origen de la indigestión y, en paralelo, para concretar el número de personas afectadas. Porque más allá de quienes optaron por tratarse de su indisposición en Urgencias del principal hospital cántabro, no se descarta que otros asistentes acudieran a su correspondiente centro de salud o al SUAP (Urgencias de Atención Primaria); o que pueda haber invitados con síntomas leves que ni siquiera hayan precisado asistencia médica. Con idea de conocer el alcance real de lo ocurrido, los técnicos contactarán hoy con toda la lista de asistentes.

La actuación que lleva a cabo Sanidad se rige por un protocolo activado por Valdecilla, que dio aviso a Salud Pública dado que estaba atendiendo a un número amplio de pacientes cuyo nexo era la asistencia a la misma boda. A partir de ese momento, el departamento que dirige María Isabel de Frutos ha desplegado los mecanismos habituales en este tipo de situaciones: acceso a la relación de invitados, contacto con el local donde se celebró la boda -en este caso, el Palacio de Mijares, en Santillana del Mar- y cita con el establecimiento para la toma de muestras. Eso ocurrirá hoy, cuando los técnicos analicen las conocidas como muestras testigo, una porción representativa de la comida servida que reservan los restaurantes y que son clave para reaccionar ante situaciones como esta.

De confirmarse la intoxicación alimentaria, que ahora mismo es la hipótesis más probable dados los síntomas de los invitados, será uno de los brotes más numerosos de los registrados en los últimos años en Cantabria. De hecho, solo los desplazados al hospital ya suman más que todos los posibles afectados en los cinco brotes investigados por Salud Pública en 2022, ocurridos en una residencia, en un viaje de jubilados hospedados en un hotel y en dos familias. Según la memoria de ese año, resultaron perjudicadas 25 personas -entre dos y diez por brote-, aunque no en todos los casos pudo confirmarse la intoxicación alimentaria -en uno de ellos incluso se descartó-.