El mal recuerdo del acné

Está claro que el acné supone un mal trago para los afectados, quienes se ven liberados cuando el trastorno desaparece. Existe, sin embargo, el riesgo de que cicatrices posteriores recuerden la enfermedad durante un tiempo, incluso de por vida, lo cual resulta especialmente preocupante dada la creciente incidencia del acné entre la población adulta, donde la aparición y persistencia de cicatrices se ven favorecidas por una piel más madura y sensible.

La incidencia adulta es particularmente apreciable en el segmento femenino, ya que el 30% de las mujeres mayores de 30 años se ven afectadas por acné, frente a un 5-7% de varones. Entre los factores desencadenantes o agravantes entre los adultos se incluyen factores como el hábito de fumar, la ansiedad, factores hormonales, etc.

Los investigadores han realizado grandes esfuerzos para minimizar los efectos de este trastorno y actualmente existe una amplia batería de recursos que proporcionan tratamientos eficaces. Siempre, claro está, que se acuda al dermatólogo. Lo contrario es apuntarse a una situación de riesgo, donde las desagradables consecuencias del acné pueden perpetuarse en el mal recuerdo de las cicatrices.

1.- Limpiar la cara dos veces al día, una vez por la mañana y otra por la noche, y aplicar los productos tópicamente después del lavado. No friccionar demasiado al secarse. La higiene es un complemento importante en el acné.

2.-Aunque los alimentos no son la causa del acné, en los últimos años se ha comprobado que, en algunos pacientes con acné, algún alimento de índice glucémico alto puede influir.

3.- Baño o ducha diaria y lavarse regularmente el cabello con el champú y el gel que recomiende el dermatólogo.

4.- Evitar el uso de cosméticos que contengan aceites o grasas en su composición. Debemos elegir productos oil free, especiales para pieles grasas. Hay hidratantes, maquillajes, etc., oil free adecuados para cutis con acné. Algunos tratamientos producen sequedad cutánea. Su dermatólogo le indicará la hidratante oil free que deberá usar.

5.- Evitar los fotoprotectores grasos previos a la exposición solar. Pide consejo a tú dermatólogo sobre el bronceador que debes usar. Una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (procedentes del sol o de solarium) puede empeorar el acné.

6.- No tocar o manipular los granos de acné. Cuanto menos te los toques menos posibilidades de tener después cicatrices. Esta es una de las causas frecuentes de complicaciones en el acné. El cumplimiento de los tratamientos indicados por el dermatólogo y no tocarse los granos es la mejor garantía para solucionar el acné.

7.- No se debe perder la paciencia. El acné no se cura en un día ni en una semana, aunque se siga un tratamiento. Lo más importante es ser constante. Tienen que pasar como mínimo tres meses para ver los resultados.

8.- Evitar las situaciones anímicas conflictivas, como el estrés, nerviosismo o cansancio.

9.- Se aconsejan deportes y paseos al aire libre.

10. Es importante no compartir jabones, cremas, etc. del tratamiento para evitar el contagio de posibles infecciones, aunque el acné no es una enfermedad contagiosa. No compartas tratamientos, cada acné es diferente.

11.- El acné requiere tiempo y constancia en su tratamiento. La mayoría de los tratamientos deben ser prolongados para que sean efectivos.

12.- El tratamiento del acné debe individualizarse en cada caso, pudiendo emplearse tratamientos, tópicos por vía general, el sexo y otras características del paciente.

13.- El tratamiento de las cicatrices no debe hacerse, en general, mientras exista actividad de las lesiones. Tu dermatólogo te indicará cual es el mejor tratamiento de los existentes para tu caso, peeling químico, láser, etc.

14.- Confía en el dermatólogo. El acné tiene solución.