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Miércoles, 3 de febrero 2021, 13:37
Las toxinas naturales son un grupo importante de contaminantes orgánicos que aparecen con frecuencia en los alimentos vegetales. Entre estas toxinas se encuentran algunos alcaloides nitrogenados que se sintetizan como metabolitos secundarios por muchas plantas, es decir, son aquéllos que generalmente actúan como un mecanismo ... de defensa frente a condiciones climáticas adversas, al ataque de depredadores o a enfermedades de la planta. Entre todas las familias conocidas de alcaloides, los tropánicos, pirrolizidínicos y opiáceos han recibido un creciente interés en los últimos años, ya que se ha descubierto una presencia relevante en numerosos productos que se utilizan en alimentación humana y animal.
Algunos grupos de los alimentos en los que se ha puesto el punto de mira son las hierbas aromáticas y los productos sin gluten. El estramonio, la mandrágora, la belladona, la borraja o el senecio son algunas plantas productoras de alcaloides que crecen habitualmente como malas hierbas entre los cultivos de muchos cereales, legumbres, hierbas aromáticas y tés. Gracias a los métodos analíticos desarrollados en el Grupo de Investigación en Química Analítica Aplicada a medioambiente, alimentos y fármacos (GQAA-MAF) se ha podido constatar la presencia de niveles importantes de alcaloides pirrolizidínicos en 22 muestras comerciales de orégano, así como de alcaloides tropánicos en algunas harinas y semillas sin gluten como el trigo sarraceno, sorgo, mijo y teff. Estos estudios han sido publicados recientemente en dos artículos científicos en la revista Foods.
Además, algunos de estos alcaloides pirrolizidínicos se clasifican como sustancias posiblemente carcinógenas para el ser humano y se requiere de técnicas de preparación de muestra que permitan mejorar la selectividad y sensibilidad para detectar estos alcaloides en productos alimenticios. «La aplicación de sílices mesoestructuradas y de técnicas micropreparativas están resultando un gran avance, ya que han permitido desarrollar nuevos métodos con menores límites de cuantificación, más rápidos y respetuosos con el medioambiente», explica la Dra. Sierra, responsable del GQAA-MAF.
Actualmente, el grupo GQAA-MAF se encuentra trabajando en el desarrollo de métodos de análisis para este grupo de contaminantes, en el marco del proyecto EVALKALIM. «Es fundamental seguir reuniendo datos sobre su presencia en alimentos comerciales para poder estimar la ingesta real de los mismos por parte de la población y encontrar soluciones más efectivas que permitan reducirla», destaca la Dra. Sierra.
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