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¿Los españoles comemos bien? Según algunas encuestas de nutrición, los españoles mantenemos en general unas pautas alimenticias similares desde hace años, basados en la dieta mediterránea. Pero es verdad que las encuestas se elaboran entre personas mayores de edad y no recogen ... las tendencias dietéticas más alarmantes que están incorporando niños y adolescentes, cada vez más aficionados a la «comida basura». Los productos procesados van en aumento y se va perdiendo la cocina de nuestros padres y abuelos.
La radiografía de lo que comen los españoles presenta una imagen no del todo deplorable, pero manifiestamente mejorable. En síntesis, los malos hábitos (producto quizás de la estresante vida moderna) y la dieta nutritiva son mejorables.
Es importante recalcar el poco tiempo que los españoles se dedican a comer. El español medio tiene poco tiempo para comer, come rápido y alimentos con mucha grasa, ingiere poca verdura, fruta y pescado. Su desayuno es demasiado ligero, come fuera de casa, poco y rápido, y cena demasiado, pero muchas veces pre-cocinado. En resumen, se cocina poco, se come rápido y casi todo se compra hecho. El tiempo es fundamental en la comida, la dieta mediterránea es un modo de vida y no solo una manera de comer.
Los motivos de que los hábitos dietéticos de los españoles hayan empeorado notablemente en los últimos años son, esencialmente, la falta de tiempo para comprar y meterse en la cocina, así como de conocimientos sobre nutrición.
Hay que empezar por los niños, en casa, en la escuela, en los colegios..., los padres, los profesores, etc, deben empezar por dar ejemplo en relación con la dieta, el ejercicio físico y las actividades de ocio. Los hijos están pendientes de sus padres y harán lo mismo que ellos.
Son importantes unos buenos hábitos alimenticios desde niños. Una de las comidas más importantes del día, especialmente para los niños es el desayuno. En un porcentaje alto de casos, los más pequeños no tienen apetito a la hora de levantarse por varias razones: bien porque no están lo suficientemente despiertos para ingerir comida o bien porque relacionan el desayuno con el colegio o la guardería, y el miedo que esta situación les provoca les impide comer. En cualquiera de los casos, es necesario potenciar el desayuno, ya que hay estudios que han demostrado que los niños que no desayunan o lo hacen de forma incorrecta tienen un rendimiento escolar más bajo. Una buena opción debe incluir lácteos y cereales de todo tipo, así como una pieza de fruta o un zumo.
Para muchos españoles su desayuno es un café con leche, bebido de pie y rápido.
Hay que procurar que la comida y la cena incluyan productos que forman la dieta mediterránea.
Procuremos evitar comer entre horas. La tendencia al picoteo sigue siendo irresistible para el español medio. La mayoría come entre horas. No desprecia la fruta o un bocadillo, o un pincho o un yogurt, acompañado de café antes de la comida.
Dependiendo del sexo, las mujeres hacen más dietas, comen más a la plancha y utilizan más leche desnatada, sacarina, productos integrales, lácteos, verduras y frutas. Los hombres son más de azúcar, magdalenas y cereales; también comen más patatas, fritos, vino, embutido y pan.
En relación a los diferentes tipos de alimentación y salud, se han hecho y se siguen haciendo numerosos estudios, atribuyendo los efectos beneficiosos de este tipo de alimentación mediterránea a la proporción de grasa y de diferentes ácidos grasos. Se demostró que en países del norte de Europa, cuyo consumo de grasas animales es abundante, existía una mayor mortalidad por infartos de miocardio y se vio relación directa entre la ingesta de grasas animales (saturadas) y los niveles altos de colesterol en sangre.
No podemos hablar de un único tipo de dieta mediterránea, debido a la gran diversidad de culturas, razas, religiones, situación social, económica y política que existe entre los países mediterráneos, pero en todos ellos mantienen una proporción mayor de cereales, consumen verduras, frutas frescas y cocinan con grasas vegetales.
Otra característica común es la manera de vivir. En todos estos países se conversa, se sale a la calle, se ríe, se duerme la siesta... En definitiva, es un modo de vida y no sólo una manera de comer.
Como publicaba el pasado jueves, nuestro periódico LA RIOJA, un buen ejemplo lo ha puesto en marcha la dirección y profesorado del Instituto Sagasta. Han eliminado las máquinas expendedoras de Doritos, Phoskitos, Panteras Rosas, Patatas fritas, frutos secos fritos, etc., y han puesto en su lugar un gran frutero con melocotones, plátanos, peras, manzanas, etc., con su precio por unidad. Los alumnos eligen y depositan el importe en un buzón. Mi felicitación.
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