Cómo dar malas noticias en un hospital pediátrico

Del manual no escapan los temas más espinosos, como la comunicación de malas noticias, la información y comunicación en el proceso de la muerte y el duelo, que componen un par de capítulos, adaptados además a las consideraciones legales, según la actualización de la Ley del Menor. Además se abordan aspectos esenciales de la información al paciente, según las especificidades de las distintas especialidades pediátricas, haciendo especial hincapié en algunas áreas como la Unidad de Cuidado Intensivos, el Servicio de Urgencias o el Servicio de neonatología.

Evitar ocultar la enfermedad

«No está muy lejos el tiempo en que al niño se le llegaba a ocultar su enfermedad y consecuencias e, incluso, se le engañaba en relación a las pruebas, ingresos o medicaciones», recuerdan las doctoras Mercedes Navarro y Paloma Jara, editoras de la guía, en la que han participado 59 profesionales de varios estamentos del área Médica, Quirúrgica, de Enfermería y Jurídica. «Pero estas actitudes agravan el dolor emocional del niño enfermo con consecuencias imprevisibles y potencialmente graves, sobre todo cuando se trata de enfermedades crónicas en las que debe participar».

En cincuenta años de actividad, en La Paz han ingresado más de 500.000 niños, para realizar más de 200.000 intervenciones quirúrgicas, y su personal ha atendido más de 5 millones de consultas y 3 millones de urgencias. El gran aprendizaje de la práctica que se plasma en este instructivo es que resulta indispensable dar información verídica, de acuerdo a la edad, desarrollo cognitivo y situación emocional.