redacción
Viernes, 18 de diciembre 2015, 14:21
La anorexia y la bulimia son los trastornos de alimentación más frecuentes y se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria. Los pacientes presentan alteraciones psicológicas que van desde la distorsión de su imagen corporal hasta conductas autodestructivas como provocarse vómitos o ingerir laxantes, ... y van siempre acompañados de distinto grado de deterioro, como alteraciones del peso.
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La gravedad de esta patología hace que en algunas ocasiones un paciente ponga en riesgo su propia integridad física, por lo que atenderle de forma intensiva y precoz puede mejorar su pronóstico y recuperación. Durante las fiestas navideñas se pueden detectar los trastornos de la alimentación, como la anorexia y la bulimia, de personas cercanas, cuando manifiestan conductas inusuales para evitar enfrentarse a la comida, y por consiguiente a las copiosas comidas navideñas. En las reuniones familiares en torno a la mesa se puede estar pendiente de estas conductas inadecuadas, señaladas por las psicólogas Begoña Charro y Maria Sánchez, directoras de la Unidad de Trastornos de la Alimentación de Avances Médicos (AMSA) de Grupo IMQ. Las señales de alerta que emiten la personas con trastorno de alimentación son:
1. Realizar, previo a las fiestas, dietas muy severas.
2. Cambios bruscos de los gustos alimentarios. Evitar alimentos que antes sí se consumían.
3. Beber grandes cantidades de agua justo antes de las comidas.
4. Evitar el aceite, harinas, embutidos y dulces con aumento del consumo de frutas y verduras.
5. Desmenuzar los alimentos, comiéndolos en partes pequeñas de forma lenta.
6. Coleccionar recetas y cocinar (repostería, por ejemplo).
7. Evitar acudir a reuniones donde pueda verse obligado a comer manifestando signos de ansiedad y tristeza.
8. Realizar ayunos sobre todo, antes y después de los días festivos.
9. Realizar actividad física excesiva y/o necesidad de moverse o mover alguna parte del cuerpo continuamente, incluso durante las comidas, notándose una dificultad por mantenerse sentado durante el período de sobremesa.
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10. Pesarse varias veces al día y/o pasarse mucho tiempo frente al espejo.
Ante esto, lo mejor es recurrir a un especialista. «Lo primero que se debe hacer es trabajar la conciencia de enfermedad y la motivación para el cambio. Una vez concienciadas, las personas son escuchadas y encuentran un espacio para hablar de sus miedos y obsesiones y liberan sus temores», recomiendan las psicólogas Charro y Sánchez.
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