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Martes, 17 de noviembre 2015, 16:45
Hasta el momento no se habían encontrados marcadores biológicos en sangre fiables que puedan predecir la existencia de una enfermedad mental en los pacientes con brotes psicóticos, una alteración de la percepción de la realidad, traducida en alucinaciones o delirios. Estos síntomas podrían avisar de ... la existencia de una esquizofrenia, un trastorno bipolar o una depresión mayor. O bien, podría tratarse de un simple trastorno puntual ocasionado por un agente externo. Pero no existía un método que facilitara un diagnóstico temprano para ofrecer una alternativa terapéutica.
Para ayudar a pronosticar si un brote psicótico puede evolucionar hacia una enfermedad mental hoy se puede aplicar un método que toma en cuenta la actividad enzimática que se halla en un análisis de sangre. Este es un modelo sencillo, rápido, económico y, sobre todo, no invasivo ha sido desarrollado por un equipo investigador multidisciplinar de la Universidad del País Vasco / EHU, el Hospital Universitario de Álava, Cibersam e Ibiomed.
«Los síntomas de los brotes psicóticos están asociados a una alteración en la actividad de los neurotransmisores del cerebro y puede desembocar en una enfermedad mental tan grave como la esquizofrenia», explica la investigadora Ainhoa Fernández-Atucha, de la UPV/EHU. «Pero no todas las personas que sufran un brote de este tipo padecerán esquizofrenia. Nuestro modelo predictivo, basado en la técnica estadística de regresión lineal, busca mediante un análisis de sangre un reflejo de esa actividad cerebral en la actividad enzimática, y así poder mejorar el diagnóstico inicial y su evolución».
El estudio se realizó con 78 hombres y 41 mujeres, de edades comprendidas entre los 17 y los 62 años, todos pacientes del Hospital Universitario de Álava ingresados entre 2009 y 2012. Ninguna consumía drogas o sufría un traumatismo cerebral grave. Tras el primer brote psicótico se les realizó un control clínico y analítico que se repitió al mes, a los tres meses y al año. Luego, se relacionó la actividad enzimática que tiene la persona en el momento del brote psicótico con los datos obtenidos en las escalas de valoración psiquiátricas a lo largo de un año de seguimiento. «En concreto, se cruzó la información relativa a las enzimas del grupo de las peptidasas (APB, APN, DPP-IV, PEP y PSA) y los resultados obtenidos mediante la Escala de Evaluación de la Actividad Global (EEAG) y la Escala de Depresión de Hamilton (HDRS)», explican.
Los resultados del estudio mostraron que cuanto mayor era la actividad enzimática, menor era la puntuación obtenida en las escalas de evaluación psiquiátricas referentes al estado general del paciente, pero era mayor en el caso de la escala que evalúa la presencia de síntomas depresivos, con lo que indicaban un mal pronóstico de la evolución global del paciente a corto plazo. Un marcador biológico en sangre que adelanta la evolución de un brote psicótico. «El aumento de la actividad de las enzimas parece implicar una modificación de la actividad neuronal», manifiesta Fernández-Atucha. «Se podría disponer de un método diagnóstico temprano para ofrecer una alternativa farmacológica y terapéutica adecuada».
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