redacción
Miércoles, 17 de junio 2015, 10:39
Las pacientes con infertilidad social, es decir, mujeres solas o parejas de mujeres sin problemas reproductivos que precisan de gametos masculinos para ser madres, afrontan con menor dificultad que las parejas heterosexuales con infertilidad médica el proceso de donación de gametos.
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«Esto se debe ... a su situación social, condición que les obliga a optar por un tratamiento de donación de semen y en ocasiones también de óvulos, para poder cumplir su deseo reproductivo». Al menos, así ha sido expuesto por la doctora Diana Guerra, psicóloga de IVI Barcelona, durante la 31º edición del Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) que se celebra en Lisboa.
«Estos resultados evidencian cómo las mujeres que acuden sin pareja masculina a la clínica tienen una mayor predisposición a revelar a sus hijos, familia y amigos, la verdad sobre su concepción. También es este tipo de pacientes el que menos preocupaciones y miedos experimenta respecto a los vínculos genéticos con sus bebés, una reflexión que refuerza lo que observamos diariamente en nuestro trabajo clínico, y es que las mujeres con infertilidad social no necesitan tanto apoyo psicológico como las que tienen infertilidad médica», comenta la psicóloga y autora del estudio Psychosocial differences between medical infertility and social infertility.
Un estudio que, como vemos, viene a mostrar las diferencias a la hora de afrontar este tipo de procesos según el tipo de paciente, así como el papel que juega el asesoramiento psicológico en la normalización del tratamiento de donación de gametos.
La importancia del psicólogo
La falta de información respecto a la donación de gametos puede hacer la experiencia más complicada para los pacientes que precisan este tipo de tratamientos, ya que potencia algunas preocupaciones y miedos como los relativos a la salud personal, la procedencia y rasgos físicos y psicológicos del donante, la percepción que puedan tener la familia y amigos del proceso, el temor al no parecido con los padres, o la decisión de revelar o no el origen de la concepción, así como el momento y la forma de hacerlo con el propio hijo, la familia y los amigos. De ahí que el papel del psicólogo para ayudar a los pacientes sea crucial.
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Mientras que cerca del 40% de parejas heterosexuales objeto de estudio no pensaban revelar la verdad de su concepción a sus hijos, después de ser visitados por un psicólogo esta cifra se reduce a la mitad.
En el caso de las madres solas, tras la visita, la totalidad confirmó su intención de revelar a sus hijos su origen real, y la gran mayoría de parejas homosexuales se sumaron a esta mentalidad.
De la misma forma, los pacientes que recibieron intervención terapéutica mostraron una reducción significativa en su preocupación por la importancia de los vínculos genéticos con el bebé. Sin embargo, aquellos que no recibieron apoyo psicológico mostraron niveles más altos de depresión, sentimiento de culpabilidad, miedo y ansiedad.
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«Estos resultados reflejan el papel del psicólogo en los tratamientos de reproducción asistida, y principalmente en los procesos de donación de gametos, con el fin de facilitar la exploración de los pros y los contras de una acción y ayudarles así a normalizar su situación, en lugar de dar consejos o recomendaciones directas», concluye la doctora Guerra.
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