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REDACCIÓN
Miércoles, 27 de mayo 2015, 14:20
La prevalencia del tabaco puede alcanzar hasta 30% en la población en general, pero entre las personas con problemas mentales la cifra alcanza hasta el 70%. «En los pacientes con trastornos psiquiátricos esta cifra aumenta hasta el 70%, según algunos estudios», afirma el doctor Néstor ... Szerman, psiquiatra del Hospital Gregorio Marañón y presidente de la Sociedad de Patología Dual (SEPD). «Los enfermos mentales mueren, de media, hasta 15 años antes que la población general siendo las causas relacionadas con el tabaco las más frecuentes. Hablamos de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer fundamentalmente».
Cuando abusan del tabaco, así como del alcohol, ya puede hablarse de un «trastorno» y en el caso de este tipo de pacientes, su patología sería dual, con lo que se hace más complejo el tratamiento, pues las personas con trastorno dual sufren más recaídas en el consumo compulsivo. «Entre estos pacientes, las posibilidades de pasar del uso al abuso de esta sustancia es significativamente más alta que en sujetos sin enfermedad mental», dice el doctor Szerman. «En el caso de pacientes con patología dual debe señalarse que otros elementos, como el alto consumo de alcohol y otras sustancias, el escaso cuidado del estado físico y la mala alimentación aumenta, si cabe, el riesgo de mayor morbimortalidad. Deben ser tratados por un especialista del sistema nervioso central, experto en Patología Dual, y no por un médico de familia o un neumólogo».
Mitos que combatir
Por su parte, el doctor José Martínez-Raga, psiquiatra del Hospital Dr. Peset de Valencia y vocal de Relaciones Internacionales de la SEPD afirma que hay factores externos que impiden que este problema se aborde correctamente. «Existen algunos mitos que han contribuido a que perdure y no se aborde adecuadamente el problema del tabaco en pacientes con otra enfermedad mental», comenta el doctor Martínez-Raga, que los enumera:
1. Los enfermos mentales fuman porque se aburren. Falso, estos pacientes fuman porque la nicotina tiene un alto poder reforzante, que a su vez causa adicción. En las personas con trastornos mentales mejora síntomas afectivos, perceptivos y cognitivos.
2. No tienen ningún interés en dejar de fumar. Falso, existen estudios que muestran que hay un porcentaje similar al de la población general que quiere abandonar el tabaco.
3. No son capaces de dejar de fumar. A pesar de sus distintos diagnósticos psiquiátricos y diferentes abordajes terapéuticos muestra, sí se puede alcanzar la abstinencia tabáquica o una mejoría sustancial en el consumo. El tratamiento para la adicción al tabaco debe estar integrado dentro del abordaje global del paciente.
4. El tratamiento contra el tabaco interfiere con el de otra patología. Falso, se ha demostrado que no agrava los síntomas de los problemas psiquiátricos, ni eleva el riesgo de hospitalización.
5. Los problemas del tabaquismo no son tan graves. Los pacientes con otra enfermedad mental (incluida otra adicción) tienen más probabilidad de fallecer por enfermedades relacionadas con el tabaco que por su otro trastorno psiquiátrico concurrente. «A todo paciente psiquiátrico, con o sin patología dual, se le debe recomendar que deje de fumar», concluye el doctor Martínez-Raga.
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