Las dietas pueden causar episodios depresión y ansiedad

Junto a los cambios físicos, se producen también los psicológicos, que interfieren en el buen funcionamiento mental y corporal, sobre todo si se buscan resultados en poco tiempo

redacción

Martes, 27 de enero 2015, 15:25

Privar al cuerpo de alimento causa episodios depresivos y aumenta la tristeza, el desanimo, la irritabilidad y los ataques de ira-agresividad, al tiempo que incrementa la ansiedad e incluso hace perder el interés en las relaciones sociales y sexuales, según Sonia Durán, psicóloga especialista ... en Trastornos de la Conducta Alimentaria, colegiada del Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia: La obsesión por conseguir el cuerpo perfecto suele ser tan grande que se minusvaloran las consecuencias de seguir una dieta restrictiva inadecuada para el organismo. En estos casos, un Trastorno de la Conducta Alimentaria, como anorexia nerviosa, bulimia nerviosa o ingesta compulsiva, está a la vuelta de la esquina.

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Las dietas suelen fracasar porque no se elige adecuadamente la que necesita cada individuo, asegura Durán. El número de kilos que se necesita bajar para alcanzar un peso saludable, y el modo para conseguirlo, siempre debe estar marcado por un profesional sanitario que cuide nuestra salud en el proceso de adelgazamiento. Y sobre todo el tiempo en el que el objetivo se va a conseguir, fijar un tiempo demasiado corto suele ser el principal error cuando se planifica una dieta.

El problema de las dietas restrictivas

¿Y las dietas milagrosas? Normalmente se recurre a dietas de bajada de peso rápido por lo que se hacen cambios muy estrictos en los hábitos alimentarios, con nula conciencia de los riesgos que eso supone para la salud, dice Durán. Las dietas restrictivas producen una serie de cambios físicos y psicológicos que interfieren en el buen funcionamiento mental y corporal como irritabilidad, cansancio, tristeza, apatía, dolores de cabeza y alteraciones en el sueño. Además, el mantenimiento de dietas restrictivas estrictas en cantidad y variedad de alimentos aumenta el riesgo de sufrir episodios de atracones donde la persona come descontroladamente cantidades superiores a las que necesita. Esto supone saltarse la dieta con mucha facilidad después de las dos primeras semanas o el primer mes como mucho.

En estos casos, el papel del psicólogo es fundamental para lograr un equilibrio emocional. No se puede hacer un cambio tan importante de hábitos desde la fuerza de voluntad, mantiene Durán. El cambio debe hacerse desde la emoción, un cambio interior profundo. La fuerza de voluntad nos proporciona la capacidad para hacer un esfuerzo a la hora de conseguir algo difícil para nosotros, pero no es ilimitada y termina por fallar, por agotamiento, después de resistir tentaciones constantemente.

Y concluye: Por eso el autocontrol emocional sí puede proporcionarnos unos cambios de hábitos duraderos y a aprender a comer desde una emoción que nos permita manejarnos con éxito con la comida. Por ejemplo, aprender a manejar el aburrimiento incrementando nuestra satisfacción de vida y no comer desde el aburrimiento o aprender a manejar la ansiedad y no comer desde la ansiedad. Con un buen manejo emocional los hábitos saludables.

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