Isabel Menéndez / MUJERHOY
Martes, 2 de diciembre 2014, 16:01
Las personas demasiado sensibles están desgastadas por un estrés emocional interno cuyo origen desconocen. Su yo está debilitado de tanta lucha interna y cualquier estímulo que venga de fuera puede romper su precario equilibrio.
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Mercedes había salido de su casa al trabajo un poco enfadada ... porque, nada más levantarse, había discutido con su madre. Le irritaba que le dijera lo que tenía que hacer. Cuando llegó al trabajo, su jefe le pidió que buscara unos informes, algo que no estaba entre sus tareas. Mercedes fue a buscarlos, pero de mala gana.
Con frecuencia, se sentía mal tratada. Hacía poco que había roto con su novio porque, como era poco atento, dedujo que no la quería lo suficiente. Cuando rompieron, él le había dicho que no era cierto que no la tratara bien, sino que ella era de cristal y pedía demasiado. Mercedes pensó en ello cuando empezó a echarlo de menos.
(Más información en Mujerhoy.com)
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