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«Una gonorrea no me va a matar...». No se lo dicen así los pacientes, pero lo piensan. La prueba es el «alarmante» incremento de estas y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) que los médicos están viendo en España entre hombres homosexuales. Un aumento ... que atribuyen al consumo de PrEP, un fármaco que evita el contagio del sida y que ha llevado al uso cada vez menor del preservativo como barrera de protección. «El PrEP protege del VIH, pero no del resto de infecciones. El problema es que con la sífilis, la gonorrea, la clamidia... no hay percepción de muerte y no se les tiene tanto respeto como al sida. Por eso, quienes toman este fármaco se están descuidando y dejando de utilizar el condón», alerta Gabriel Bastidas, urólogo y médico de familia y miembro del grupo de trabajo de Urología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Explica que el PrEP (Profilaxis Pre-exposición al VIH) es un medicamento que contiene retrovirales y previene el contagio del sida. Una pastilla azul de la que se toma un comprimido diario y que fue autorizada por la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios en 2016. En las farmacias de España se dispensa desde septiembre de 2019, según informa el Ministerio de Sanidad. «El medicamento es gratuito y se pide al médico de familia», señala el urólogo.
¿Cuánta gente lo está tomando? Según las cifras del Ministerio y a fecha de mayo, 18.075, «aunque ya son muchos más», dice Bastidas, que tiene esta impresión a la vista del incremento de las ITS. «Estamos viendo muchos casos de sífilis, que era algo que ya se creía controlado. También ha crecido la prevalencia de gonorrea, de clamidia, de micoplasma -que antes no se consideraba una ITS y ahora sí- y de ureaplasma. Además, se están registrando repuntes de herpes y de la enfermedad Mpox, la llamada viruela del mono».
Los médicos atribuyen esta tendencia al alza a que cada vez se usa menos el preservativo «entre hombres que tienen sexo con hombres y entre el colectivo trans». «Lo que importa es no contagiarse del sida, el resto parece que importa menos». Para hacernos una idea de la dimensión del problema, el doctor Bastidas da un dato: «Las infecciones de transmisión sexual son ya la sexta causa de baja laboral temporal en Europa. Es alucinante».
A la toma de este medicamento se une otra circunstancia que también tiene que ver en este incremento, «el aumento de la toma de drogas con fines recreativos sexuales (chemsex), que reduce la percepción del riesgo, de modo que se usa menos el condón».
La alerta de la comunidad médica no pretende, sin embargo, disuadir de la toma de PrEP, sino concienciar de que solo protege del sida, «pero de nada más, de manera que debe seguir utilizándose el preservativo».
De hecho, hay personas que deben tomar PrEP. Está indicado para «hombres homosexuales y mujeres transexuales con dos de estos criterios: más de diez parejas sexuales diferentes en el último año, practica de sexo anal sin preservativo en el último año, chemsex, administración de profilaxis post-exposición en varias ocasiones y al menos una infección de transmisión sexual». También debe administrarse, reza en el documento del Ministerio de Sanidad, «a mujeres en situación de prostitución que refieran un uso no habitual de preservativo».
Los datos recabados hasta ahora en España señalan que «el 99,2% de las personas que toman este fármaco son hombres» y que empiezan a hacerlo «a los 37 años». Para entonces, algunos ya han contraído alguna infección tras mantener relaciones sexuales de riesgo (sin protección): «En la primera visita médica fueron diagnosticados de sífilis un 8,4% y un 7% de gonorrea».
Además de este fármaco preventivo existe otro de nombre parecido, doxy PrEP, que aún no se vende en España, pero sí en Estados Unidos y que es «post-exposición» -dos pastillas durante 28 días-. «Lo recetan en los hospitales a hombres que no hayan tomado PrEP y a los que se les ha roto el preservativo. Y también a hombres o mujeres que han sido víctimas de una violación».
El aumento de la prevalencia de las infecciones de transmisión sexual no es un caso local, sino un problema de dimensiones globales. «La OMS contabilizó más de siete millones de casos de sífilis en 2020 y 82 millones de afectados por gonorra, y la clamidia está incrementándose alarmantemente en Europa», expone Bastidas. Respecto al sida, en España se registran cada año casi 3.000 nuevos casos».
El aumento de los casos de infecciones de transmisión sexual (ITS) no solo se está notando en las Urgencias de los hospitales. También se está traduciendo en un aumento de la resistencia bacteriana, advierte el urólogo y médico de familia Gabriel Bastidas, que califica esta circunstancia de «muy preocupante». «Antes para tratar el gonococo (la bacteria que produce la gonorrea), se administraban 250 miligramos de un fármaco que lo curaba. Hoy se están administrando dosis de un gramo para tratar esta infección, es decir, cuatro veces más, e incluso hay bacterias que pese a este incremento se están mostrando resistentes». Y esto sucede, en buena parte, «porque cada vez se contraen más enfermedades de este tipo».
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