Los nuevos índices de Sanidad sitúan en riesgo a todas las comunidades

Por eso, el departamento que dirige Salvador Illa, inmerso desde hace semanas en una guerra con Madrid a cuenta de cómo frenar al coronavirus en la región, quiere modificar ese Plan de Respuesta Temprana para tratar de homogeneizar las medidas de todas las autonomías contra la pandemia en poblaciones de más de 5.000 habitantes y la forma en la que se mide la situación en cada territorio. Y conforme a estos nuevos indicadores todas y cada una de las comunidades y ciudades autónomas a día de hoy estarían en "riesgo".

El borrador , que ya ha sido entregado a las autonomías y que pretenden acabar con el «agravio de Madrid» según admiten en Sanidad, establece cuatro niveles de riesgo: bajo (1), medio (2), alto (3) o extremo (4).

Para determinar en qué escalón se encuentra cada autonomía se tendrán en cuenta cinco criterios epidemiológicos generales y dos asientenciales. Los epidemiológicos serán: incidencia acumulada cada 7 y 14 días, positividad de las pruebas de PCR, el factor de transmisibilidad del virus en cada región, la incidencia del virus en la población mayor de 65 años y el porcentaje de casos con trazabilidad (o sea de los que se conoce el origen de su infección). A esos criterios se sumarán los dos indicadores ya existentes sobre capacidad asistencial: el porcentaje de camas UCI ocupadas por enfermos de la covid y el porcentaje de camas hospitalarias asignadas a pacientes con el virus.

A cada uno de los valores que alcance la respectiva comunidad en estos indicadores se le dará un número y, tras un cálculo que no es demasiado simple y que todavía debe ser perfilado con las autonomías para ver , que peso en el total tiene cada índice, cada Gobierno autónomo tendrá una puntuación que le situará en un nivel de la escala.

Responsables del departamento que dirige Salvador Illa confirmaron que, a expensas de ulteriores cambios, el endurecimiento de las reglas del juego deja a las 17 comunidades y a las dos ciudades autónomas fuera de niveles asumibles. Aragón, Castilla y León, Madrid y La Rioja y Ceuta estaría en riesgo extremo. Castilla-La Mancha, Cataluña,, Murcia, Navarra y País Vasco, además de la ciudad de Melilla, en el alto. Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Extremadura en el medio. Y en el bajo solo Cantabria y Galicia. Fuera de peligro, o sea gestionando la nueva normalidad desde parámetros de transmisión que no comporten una amenaza para los sistemas asistenciales, no queda, por tanto, ningún territorio.

Las modificaciones que Illa quiere introducir en el plan no establecen medidas obligatorias de confinamiento, que seguirá siendo potestad de las comunidades, siempre y cuando no se 'rebelen' como Madrid, pues el 'as' del estado de alarma siempre estará en manos del Gobierno central, recuerdan desde Sanidad. Eso sí, el borrador fija que en el nivel máximo de riesgo se podrá recurrir a la toma de «medidas excepcionales», tras una «evaluación específica de la situación que podrá incluir la limitación de la movilidad de las personas, cierres perimetrales u otras restricciones del movimiento». En el caso de que una autonomía que esté en nivel cuatro rechace perimetrar los municipios afectados es cuando actuaría el estado de alarma, precisan desde Moncloa.

Tras este primer escalón, conforme se va reduciendo el nivel de riesgo el listado de restricciones también se va suavizando, pero en líneas generales, es muy parecido al de las fases de las desescalada. O sea, sin restricciones de movimientos pero sí limitación del 50% en el ocio, limitación del transporte público al 30%, incentivación del teletrabajo, restricciones en velatorios y ceremonias religiosas… En cualquier caso, habrá flexibilidad en estas medidas, dependiendo de qué parámetros sean los que han colocado a la comunidad en ese respectivo nivel.

En el documento Sanidad deja claro que solo considerará que una comunidad puede vivir con las restricciones mínimas, o sea gestionando una ‘nueva normalidad segura’ por debajo de una incidencia acumulada de 20 casos por cada 100.00 habitantes en los últimos 14 días. Unos niveles tan bajos de transmisión España, a nivel nacional, no los conoce desde el 17 de julio, menos de un mes después del fin del estado de alarma.