Más de mitad de los españoles apuestan por la vacunación obligatoria

Cuando el Gobierno se afana por incrementar los porcentajes de vacunación para frenar los contagios de la variante ómicron, cuya expansión se traduce en el estallido de la sexta ola, los ciudadanos se muestran claramente a favor de administrar los antídotos sin el consentimiento incluso de los que se oponen a los sueros. Esta percepción aumenta significativamente cuando los destinatarios de los pinchazos son el personal sanitario, los trabajadores de las residencias de ancianos y los que tienen contacto directo con el público. Así, un 74,4% de los interrogados apuestan por vacunar a la fuerza a este grupo de población, en contraste con el 21,7% que se declara en contra.

En la franja de los que tienen hijos de edades entre 5 y 11 años, un 77,4% se muestra favorable a que se les inmunice con una dosis pediátrica o adaptada a su condición. Los que se manifiesta en contra suponen el 14,6%.

A juzgar por las respuestas, los españoles demuestran tener confianza en volver a la normalidad gracias al efecto protector de las fórmulas contra la covid. A la pregunta de si en la hipótesis de que se alcance la inmunidad de rebaño volverán a sus hábitos de costumbre anteriores a la pandemia, un 53,% dice que sí, 22,7% señala que «definitivamente, no» y un 11,4% asevera que al «principio, no».

Entre los detractores de la inmunización, que representan el 4,9% de los encuestados, un 61,7% argumenta que no acudirá a la cita cuando llegue su turno, frente a un 16,7 % que sí lo hará.

Con relación a la dosis de refuerzo, un 90,9 % de los entrevistados están dispuestos a que se la administren, frente al 3,7 % que mantiene recelos al estimar que con las inyecciones previas ya es suficiente (18,4 %) o porque tiene miedo a los efectos secundarios (25,3%)

Atendiendo a las contestaciones, un 94,8% afirma haberse vacunado, mientras que un 4,9% reconoce no haberlo hecho todavía.