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Medicina de familia y comunitaria ha sido, un año más, la única especialidad que se ha quedado con plazas vacantes en la convocatoria de los MIR. Tras la repesca de este miércoles, el Ministerio de Sanidad adjudicó todas las plazas pendientes, salvo las ofertadas para ... la atención primaria: en la segunda convocatoria se ofrecían 459 puestos en esta disciplina y se cubrieron 213, pero quedaron sin ocuparse 246, que representan el 10% del total de las ofertados por el departamento de Mónica García. Es la única rama que no completó el cupo tras dos sesiones, la ordinaria y la extraordinaria, en las que se adjudicaron 8.522, el 97% de las ofertadas, en 46 especialidades.
Con sus 2.492 plazas ofrecidas, medicina de familia es, de largo, la especialidad con más puestos, seguida muy de lejos por pediatría, con 508, y medicina interna, con 425. Nunca antes se habían sacado tantas plazas de médico generalista, pero otra vez, se convierte en la especialidad que no logra rellenar su cuota. El año pasado, por ejemplo, terminaron vacantes 131 puestos MIR en medicina de familia (el 5%) tras las dos convocatorias, la ordinaria y la extraordinaria.
En la segunda sesión de este año fueron convocados 3.460 aspirantes que habían superado la puntuación mínima, pero que no habían sido adjudicatarios de plaza en el llamamiento ordinario, independientemente del motivo.
Por comunidades autónomas, el mayor número de vacantes se ha producido en Extremadura, donde han quedado 49 plazas sin cubrir. Por detrás se encuentran Castilla y León, con 47; Galicia, con 42, Andalucía, con 39; Cataluña, con 22; Aragón, con 17; Baleares, con diez; La Rioja, con nueve; Navarra, con siete; y Asturias, con cuatro.
El resultado del MIR ha vuelto a dejar en evidencia los problemas para encontrar vocaciones en la medicina familiar, la más cercana y la que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia. La ministra de Sanidad argumentó este miércoles que las 246 plazas de medicina familiar se han quedado sin cubrir por las «muy debilitadas» condiciones laborales que los profesionales de la medicina encuentran en esta especialidad. «Tenemos unas condiciones laborales que están centrifugando el talento de nuestros profesionales. Tenemos que hacer un diagnóstico preciso e ir poniendo los tratamientos necesarios», dijo García durante un acto en Bruselas.
«Condiciones precarias»
En la misma línea, CSIF lamentó que «la cifra de plazas que se han quedado vacantes supone un récord histórico, ya que prácticamente dobla el número de la anterior convocatoria». La falta de aspirantes en esta especialidad «es consecuencia de las precarias condiciones laborales en la Atención Primaria», enumera la central sindical: exceso de la carga de trabajo, falta de reconocimiento y falta de incentivos por parte de los profesionales que salen de las universidades para hacer el MIR en un centro de salud; y el sistema de elección telemática.
Por su parte, Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), admite que el atractivo hacia esta especialidad es «escaso», empezando porque durante los seis años de la carrera de medicina, la atención primaria como asignatura es «ínfima o nula», de tal modo que los estudiantes ya van más orientados hacia una atención hospitalaria. «Para poder escoger esta especialidad, hay que enseñarla y darla a conocer», señala Cobo.
El responsable de la organización colegial esgrime también otras razones de peso que explican esa desafección. «Creo que más que a las condiciones salariales se debe a la inestabilidad profesional», y en este sentido explica que una carrera «con un nombre tan bonito como medicina familiar y comunitaria en la que uno debería conocer a la familia y a la comunidad es muy difícil desarrollarla si tienes un contrato de una semana un día aquí y otro día allí».
Sobre las vacantes de medicina de familia también se pronunció Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), aunque ella prefiere poner el foco en los MIR que sí han elegido esa disciplina. «¿Qué otra especialidad habría podido cubrir más de 2.000 puestos?, se pregunta la presidenta de SEMG, que cree que si se hubieran ofertado 500 plazas de medicina de familia, se habrían cubierto mucho antes que otras especialidades.
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