Medicamentos falsos, un problema global

Una pequeña victoria ante un negocio que mueve miles de millones de euros cada año. Un informe realizado por Pfizer en 2014 aseveraba que los ciudadanos de 14 países europeos se habían gastado unos 11.800 millones en adquirir productos farmacéuticos en fuentes ilícitas. «Hay que comprar en las oficinas de farmacia. Y si se hace por internet, asegurarse de que tiene el logotipo de venta segura», señala Luis González Díez, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). También ofrece una pista fundamental para saber si una página es fiable o no, aunque tenga apariencia de ser una 'ciberbotica': «En España, la legislación es muy clara: no se puede vender ningún medicamento con prescripción médica de forma 'online'».

Además de la amenaza que supone para la salud pública, ya que no solo pueden contener principios activos falsos y adulterados, dosis inadecuadas o sustancias peligrosas que pueden generar resistencias medicamentosas, discapacidad e incluso la muerte, su impacto económico es millonario. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea estimó en su último informe que las ventas ilícitas y falsificaciones suponen pérdidas anuales de 1.170 millones solo en España.

González Diéz destaca el control que hay en España sobre este mercado, que en otras zonas como Asia o África alcanza cotas asombrosas. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) investigó el año pasado 993 webs -un 176% más que en 2015- y se cerraron 92 donde se vendían productos ilegales. «Había de todo, webs que se hacían pasar por farmacias o lugares donde se vendía de todo», incide el presidente del COFM, que el próximo lunes comienza una campaña para concienciar -sobre todo a los usuarios más habituales de la red- de los peligros que existen con las falsificaciones, que abarcan cualquier tipo de producto.

Por ejemplo, en la décima 'operación Pangea', se encontró una partida de lentillas falsas en Jordania, con las graves dolencias oculares que puede provocar; en la República Democrática del Congo se confiscaron más de 650 kilos de comprimidos antimaláricos o la incautación en Vietnam de 1,2 toneladas de comprimidos para tratar la disfunción eréctil. Son solo una muestra de lo que mueven estas redes. «El hecho de que tras diez años de 'operaciones Pangea' sigamos obteniendo estos resultados tan espectaculares, viene a a demostrar hasta qué punto la venta en línea de fármacos ilícitos sigue siendo un problema, y cada vez mayor», señala Tim Morris, director ejecutivo de Servicios Policiales de Interpol.

Unos negocios que tienen sus puntos neurálgicos de distribución a nivel mundial en Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos y Singapur, según el último informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Albania, Egipto, Marruecos y Ucrania son las puertas de acceso para la UE de unos productos que se producen sobre todo en Asia. China copa la clasificación de lugares más se piratea. Según Euipo y la OCDE el negocio de la falsificación en general alcanzó la cifra de 208.000 millones de euros en 2013.