Mascarillas en interiores: una recomendación para proteger a los vulnerables

Varios expertos coinciden con el análisis del organismo internacional y piden que su uso continúe siendo obligatorio en los trenes, los autobuses o el metro y que se fomente en otros lugares de riesgo. Los especialistas recuerdan que la mascarilla sigue siendo el método más efectivo para proteger a los vulnerables porque frena los contagios de todos los virus respiratorios, y más en los próximos meses, en los que tradicionalmente se producen los picos de infecciones.

«Yo no le exijo a nadie que se ponga la mascarilla, pero yo la llevo», cuenta la científica Margarita del Val. La inmunóloga y viróloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se muestra partidaria de mantener la obligatoriedad de esta protección en el transporte público y en los «lugares concurridos» con el foco puesto en enero y febrero. «En los dos primeros meses del año, tradicionalmente, se produce una mayor mortalidad por la incidencia de los virus respiratorios, teniendo en cuenta que ahora, la covid ya no es el más peligroso gracias a la vacunación. La mascarilla nos protege de todos estos virus», subraya Del Val, que apela a la responsabilidad de la población.

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«Quienes conviven con personas mayores o tienen síntomas de cualquier enfermedad respiratoria deben saber que usando este elemento, protegen a los demás», destaca la experta, que recuerda que la mascarilla también se aconseja en las oficinas, donde «nadie sabe qué tipo de aire se respira», ya que previene la posibilidad de «llevar el virus del trabajo a casa».

Además, la especialista cita otra iniciativa «muy efectiva», pero ahora más olvidada: la limpieza del aire. «Se echa en falta más pedagogía sobre la importancia del control del aire. Las autoridades tendrían que enviar mensajes sobre este aspecto. Igual que en siglo XIX se mejoró la salud pública gracias al agua potable, ahora estamos en un momento en que debemos cuidar el aire que respiramos».

En un sentido similar se pronuncia Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública. «Hay que mantener la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte público, hospitales y farmacias y debe fomentarse su uso entre las personas que estén pasando un virus respiratorio o estén en contacto con vulnerables, y más en este momento, en que ha aparecido una nueva variante en Estados Unidos, la XBB.1.5, que ya está en España», apunta. Pero este experto no considera que su uso deba ser obligatorio en todos los interiores porque existen otros modos de contener la covid: «Sí que resulta de gran utilidad la administración de la cuarta dosis y el reforzamiento de la ventilación».

Forzar al uso de la mascarilla en interiores es una medida que está «condenada al fracaso», cree, a su vez, el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) porque «muy poca gente haría caso a una orden general». Pero en cambio, su utilización está totalmente recomendada, sobre todo, los próximos meses. «Hay muchos casos de gripe, de virus respiratorio sincitial y de estreptococo A y se espera un repunte de covid», recuerda Armenteros, que lanza una reflexión: «Respecto a la mascarilla, hemos pasado del todo al nada. Ahora mismo, sería totalmente necesaria una campaña para fomentar en la educación la cultura de la prevención y también, que los políticos den ejemplo y los veamos usar este elemento de protección».