Llegan a España las inyecciones que reducen el colesterol

La tecnología utilizada en el desarrollo del fármaco es la del ARN, que por primera vez se aplicará a enfermos cardiovasculares. El mecanismo es similar al utilizado en la vacuna contra la covid-19, cuyos promotores acaban de obtener el premio Nobel de Medicina. En el caso del nuevo medicamento, el ARN inhibe la producción de PCSK9, una proteína que puede incrementar los niveles de colesterol malo: cuando se reduce su circulación, baja el nivel de colesterol.

Los pinchazos de inclisirán serán subcutáneos y cada seis meses, aunque los pacientes deben seguir tomando las pastillas contra el colesterol (estatinas) para que el tratamiento sea más eficaz. De acuerdo a los ensayos clínicos desarrollados por Novartis (llamados ORION-3), el inclisirán logró, en los 17 meses posteriores a su administración, «reducciones sostenidas del colesterol c-LDL, de PCSK9 y otras lipoproteínas» con «buena tolerancia» de los pacientes «y un buen perfil de seguridad».

Según la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), que en 2020 aprobó el inclisirán, podrán recibir este fármaco pacientes con hipercolesterolemia primaria o dislipidemia mixta (enfermedades que provocan altos niveles de lípidos, incluido el colesterol, en la sangre). Además, debe utilizarse con una dieta baja en grasas.

«El Ministerio de Sanidad lo financia exclusivamente para pacientes con hipercolesterolemia familiar en los que el tratamiento oral no es suficiente y que estén por encima de 100 miligramos por decilitro de sangre o en pacientes que hayan sufrido un infarto o un ictus cuando, a pesar de tomar tratamientos orales, siguen por encima de esa cifra», explica el doctor José María Mostaza, jefe de sección de Medicina Interna del Hospital La Paz, de Madrid. Sin embargo, Mostaza afirma que el medicamento debería extenderse a otros pacientes «con riesgo alto», que por ejemplo, tengan 90 de colesterol malo y deban bajarlo a 55, la cantidad fijada como un nivel adecuado en estos pacientes.

El inclisirán «mejora la comodidad del paciente y aumenta la adherencia al tratamiento, que suele ser uno de los problemas que nos encontramos con el colesterol. Como al enfermo no le duele nada, deja de tomar los fármacos. Ahora serán dos inyecciones al año, aunque sin abandonar nunca el tratamiento oral», agrega Mostaza. El internista señala que «miles de personas se van a beneficiar en España de este tratamiento, que no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios graves»; los efectos más frecuentes (que pueden afectar hasta a una de cada 10 personas) son reacciones leves tales como dolor, enrojecimiento y erupción cutánea en el lugar de la inyección.

La aterosclerosis es una afección frecuente que aparece cuando una sustancia a la que se denomina placa y que está compuesta por lípidos, especialmente colesterol, se acumula en el interior de las arterias. La ruptura inesperada de la placa aterosclerótica puede ocasionar un infarto, angina de pecho o un ictus.

En España, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte y provocan uno de cada cuatro fallecimientos. En 2021 murieron 119.196 personas a causa de estas patologías, el 26,4% del total de decesos del país. Las enfermedades cardiovasculares son también la primera causa de hospitalización (12,9%) en 2021, con 582.446 ingresos en los hospitales públicos. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), más de la mitad de la población adulta en España (50,5%) tiene unos niveles de colesterol altos, aunque la mayoría no lo sabe.