La justicia obliga a AstraZeneca a entregar 50 millones de vacunas

Se resuelve el primero de los dos procedimientos impulsados por Bruselas contra la firma anglosueca. El que buscaba que un juez obligase a la empresa a entregar las dosis pendientes. Una petición de medidas cautelares que no ha sido atendida plenamente a favor del equipo de Ursula Von der Leyen a la vista de los números objetivos. El segundo proceso, de más largo recorrido, es el que tendría que entrar en el fondo del conflicto. Pero ya se verá.

Por partes, el juzgado belga ordena a AstraZeneca, por vía de urgencia, y en una sentencia de 67 folios que entregue los 50 millones de dosis de acuerdo con el siguiente calendario: 15 millones antes del 26 de julio; 20 millones para el 23 de agosto; y 15 millones de dosis más de cara al 27 de septiembre. Se precisa que el vencimiento en cada uno de esos periodos se fijará a las nueve de la mañana.

Y por cada dosis que pudiera quedar pendiente, el laboratorio tendrá que pagar diez euros de multa. Se acepta así la imposición de un castigo. Lo había requerido la UE, pero en unos términos que la sentencia considera «desproporcionados». Propuso una multa de diez euros sí, pero por cada día de retraso y dosis pendiente, además de una sanción de 10 millones de euros.

La orden judicial de entrega de dosis –en el escrito se admiten para determinar el alcance de los retrasos– se aleja de las pretensiones del Ejecutivo comunitario. El contrato que suscribió con AstraZeneca en nombre de los Veintisiete prevé la distribución de unas 300 millones este año (también preveía una opción de compra de cien millones más que no se ejerció). El cronograma planteaba que la UE debía recibir unas 120 millones de vacunas entre enero y marzo. Solo llegaron 30. Y para este segundo trimestre se esperaban 180 –la compañía avanzó que solo podría aportar 70–.

Pero la Comisión Europea hace hincapié en la otra 'cara' de la moneda, la de los principios. «La decisión del juez sobre las medidas cautelares solicitadas se basa en el hecho de que AstraZeneca cometió un incumplimiento grave ('faute lourde') de sus obligaciones contractuales con la UE». Bruselas entiende además que la sentencia comparte otro de sus argumentos clave en este conflicto: que la compañía que preside el franco australiano Pascal Soriot no hizo los «mejores esfuerzos razonables» (expresión que consta en su contrato con la Comisión Europea) para garantizar el abastecimiento.

El fallo, según fuentes jurídicas, deja claro que «debería haber desplegado todos sus esfuerzos para entregar las vacunas dentro del calendario acordado, incluidos los sitios de producción británicos mencionados explícitamente en el contrato». Bruselas siempre ha acusado a AstraZeneca de priorizar a Reino Unido frente a la UE al destinar solo las dosis fabricadas en sus plantas de Países Bajos y Holanda al mercado europeo y negarse a que la producción en suelo británico contribuyera también a la inmunización del resto de europeos.

«Confirma la posición de la Comisión: AstraZeneca no cumplió con los compromisos que asumió en el contrato. Es bueno ver que un juez independiente lo confirma», subrayaba Von der Leyen, que destacó también «que nuestra campaña europea de vacunación no sólo da resultados a nuestros ciudadanos día a día. También demuestra que se fundó sobre una base legal sólida».

Para establecer esos 50 millones de 'entrega rápida' el juez ha tenido en cuenta variables como «el suministro o reservas a Reino Unido», los 70 millones de dosis comprometidas con la UE para este trimestre, el impacto de los retrasos, pero también «las dificultades objetivables» argumentadas por AstraZeneca para ajustar su producción o las mejoras en ese proceso que se han ido produciendo en algunas de sus plantas en las últimas semanas.