«El siguiente epicentro de la pandemia será en el África subsahariana»
Javier Ruiz - Director general de World Vision España ·
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Javier Ruiz - Director general de World Vision España ·
El responsable de esta ONG teme que la explotación infantil aumente por culpa de los estragos de la Covid-19La pandemia comienza a cebarse con los más necesitados. Los países con menos recursos han comenzado hace pocas semanas su lucha contra la Covid-19. Y los expertos advierten: es necesario que el resto del planeta no se olvide de estas zonas. «Tenemos que estar ... alerta», apunta el director general de World Vision España, Javier Ruiz. Esta ONG, presente en más de cien países, reclama un presupuesto para luchar contra la pandemia que no sea «en detrimento» de las partidas para ayuda humanitaria.
-¿Se está olvidando el primer mundo de los países más necesitados en esta pandemia?
-Claramente sí. Es humano mirar a lo doméstico y proteger lo tuyo cuando te toca tan de cerca, como pasa en España. Pero si este virus se expande como lo ha hecho en Asia, América y Europa, por los lugares más frágiles del mundo, como los campos de refugiados o el África subsahariana, el resultado va a ser devastador. No existe la mínima capacidad de respuesta de los Gobiernos o los sistemas de salud. Hay países que están dando cifras alarmantes, aunque creemos que son a la baja porque no se hacen pruebas. Cuando hay dos millones de personas desplazadas internas, es imposible hacerlas como se hace aquí.
-Además, la Covid-19 no será la principal preocupación sanitaria de muchos países.
-Este es el otro gran problema. Muchos de nuestros compañeros nos dicen que a la gente le preocupa más comer o poder vender la fruta en el mercado para mantener su precaria economía doméstica que la pandemia. Contagiarse es lo que menos les preocupa. Están más preocupados por la desnutrición infantil o por las consecuencias de tomar agua en mal estado. Si los sistemas de salud tienen que atender a la Covid-19 y dejar de tratar la malaria o las neumonías, el efecto secundario pueden ser tanto o más preocupantes que la Covid-19.
-World Vision señala que se pueden revertir 30 años de progreso en la reducción de la pobreza. ¿Tanto impacto puede tener la pandemia?
-Es un cálculo realista. Esta crisis sanitaria es solo el principio de una situación muy grave. Hay varias derivadas. Un padre o una madre que tenía sus pequeños ahorros para una panadería o un telar, que es lo que alimenta a esa familia, ahora no puede salir a vender su producto diario. Esa pobreza añadida puede provocar que el menor no vuelva a la escuela y sea forzado a trabajar o a acordar un matrimonio infantil porque piensan que es la mejor salida para ella. En el cuerno de África, una nueva plaga de langostas va a destruir toda la cosecha y va a dejar a 22,5 millones de personas en crisis alimentaria, además de luchar contra la pandemia. Estamos viendo un incremento entre el 20% y hasta el 200% en la violencia en los hogares. Hay muchas derivadas. Y la infancia lo va a sufrir en todos los ámbitos.
-¿El papel del colegio es fundamental, además en la vertiente educativa?
-Son espacios de alimentación y protección. Las escuelas no solo son lugares para que los niños y las niñas aprendan y puedan tener un futuro, sino que en muchas ocasiones es el único sitio donde se les da la comida del día. El punto de agua potable está en las escuelas e incluso pueden regar un huerto que les da el alimento.
-Las consecuencias de la Covid-19, ¿varían mucho por países?
-Hay muchas diferencias. Por ejemplo, el campamento rohinyá de Bangladés tiene 900.000 personas, con una densidad de población de 40.000 por kilómetros cuadrado. No hay puntos de lavado de mano y cuando dicen que hay que confinarse, es imposible. No todos los países del mundo son iguales y la capacidad de respuesta es igual. No necesitamos una respuesta país a país, sino una coordinada por Naciones Unidas, Gobiernos, organizaciones y empresas de todo el mundo. Si vencemos a la curva en España y sobran respiradores, podemos mandarlos a zonas del mundo donde no los hay. Si en la República Democrática del Congo hay 65 respiradores para 85 millones de habitantes y aquí dejan de ser necesarios, debemos darlos. Es fundamental una visión global porque al final comprará material sanitario quien tenga más dinero y no llegará a las zonas del mundo donde necesitamos que lleguen de verdad. El efecto puede ser devastador.
-¿Temen que el primer mundo se olvide del resto del planeta cuando la crisis esté más o menos controlada?
-El siguiente epicentro de la pandemia será el África subsahariana, con un riesgo de 300.000 fallecidos. Nos tenemos que preparar ya como comunidad internacional. Otro gran problema es la economía, que si hace que se reduzcan los presupuestos de ayuda y cooperación, estaremos haciendo un flaco favor. Entiendo que no es fácil este balance, sacar dinero para otros lugares y no alterar tu país. Pero deberíamos hacer que el presupuesto contra la Covid-19 fuera adicional y nunca en detrimento del destinado a ayuda humanitaria y cooperación que sigue siendo absolutamente necesario.
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