La hepatitis A repunta en España entre los hombres que tienen sexo con hombres

El incremento de los últimos meses sitúa la hepatitis A en los niveles de 2019, último año previo a la covid-19, cuando se registraron 814 infecciones. La pandemia frenó significativamente esta enfermedad, que había dejado un importante número de pacientes en la segunda mitad de la década de 2010. Así, en 2015 se notificaron 531 casos; en 2016, 1.286; en 2017, el año con más incidencia, se alcanzaron los 4.345; y en 2018, 1683. En cambio, en 2020 el recuento cayó hasta los 268 casos y en 2021 se registró el mínimo de la serie histórica con 192.

En 2024, la alarma por hepatitis A se ha encendido en varias ocasiones. En marzo, el portal del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea –RASFF por sus siglas en inglés– notificó la «presencia de hepatitis A en fresas procedentes de Marruecos» en varios puntos de entrada de este producto en España. En octubre, un brote de esta enfermedad afectó a 19 personas (doce adultos y siete niños) en la localidad ibicenca de Santa Eulària. La investigación epidemiológica ha determinado que 88 de los casos pertenecen a 26 brotes. De ellos, dos se produjeron en guarderías, con once contagios en uno y trece en otro. Pero la principal hipótesis del incremento de los contagios respecto al año anterior es, según el ECDC, el sexo entre hombres.

«Las relaciones sexuales entre hombres podrían estar impulsando parte de la transmisión del virus de la hepatitis A en España. Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres están en riesgo de infección por la hepatitis A al participar en prácticas sexuales que facilitan la transmisión fecal-oral del virus», destacan los expertos europeos.

El virus de la hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada, pero también puede contagiarse por contacto físico estrecho con una persona que padece la enfermedad —por ejemplo, mediante el sexo bucoanal–.

Síntomas

Los síntomas principales de la hepatitis A son dolor en el hipocondrio (región abdominal) derecho, ictericia (piel y ojos amarillos) y orina oscura, aunque el paciente también puede sufrir fiebre, malestar, pérdida de apetito, diarrea o náuseas. En algunos casos, el contagiado es asintomático, lo que puede provocar que transmita la enfermedad sin saberlo. La mayoría de los pacientes se recupera sin tratamiento.

El presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y jefe de servicio del Microbiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, Federico García, vincula el crecimiento de los contagios con «la pérdida del miedo en las relaciones sexuales y el cambio de hábitos en el sexo». Comparte esa opinión el catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas, que recuerda la importancia de «una buena higiene sexual», pero también «de lavarse las manos después de ir al baño o de cambiar pañales».

En cualquier caso, Federico García cree que no se trata todavía de un brote que deba generar alarma, aunque recuerda la necesidad de que los hombres que mantienen sexo con hombres se vacunen, «una vacuna que es gratuita», incide. En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha informado al ECDC de que existen «planes para trabajar junto con las organizaciones de la sociedad civil de hombres que tienen relaciones sexuales con hombres para aumentar la concienciación y promover la vacunación».