El Gobierno lanza un plan para tratar de prevenir los 4.000 suicidios al año en España

La soledad, el empleo precario, la dificultad para acceder a una vivienda y en general, no poder alcanzar una vida digna, son algunas de las causas de este drama «multifactorial que debe ser abordado como un desafío social», explicó la ministra de Sanidad, Mónica García. «Once suicidios al día siguen siendo unas cifras terribles que nos deben hacer reflexionar sobre las cotas de sufrimiento y desesperanza de una parte de la población», agregó García, antes de anunciar un futuro Plan de Acción para la Prevención del Suicidio que deberá estar listo el próximo año.

El suicidio es un fenómeno muy complejo porque interpela a las personas que lo consuman, pero también a quienes no lo hacen y sobreviven con ese trauma, y a las familias. El secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, expuso que solo el 23% de los suicidas fueron tratados por expertos en salud mental y solo el 19% de quienes presentaban ideaciones suicidas recibieron atención y recordó la importancia de que todas las víctimas cuenten con apoyo.

«También es muy importante estar con quienes se quedan después de un intento de suicidio porque es un tabú. Pero todas las personas que piensan en el suicidio tienen que ver que no están solos, que hay herramientas para ayudarles», señaló Olmedo, que destacó que el año pasado se suicidaron en todo el mundo 700.000 personas.

Con el propósito de acompañar a las personas con ideaciones suicidas nació en mayo de 2022 la 'Línea de Atención 024: Respuesta rápida y efectiva', que ya alcanza las 12.000 comunicaciones de media al mes y ha atendido un total de 306.614 llamadas en estos dos años. De ellas, el 39,8% han sido realizadas por mujeres y el 33,5% por hombres (el resto no ha informado de su sexo). El grupo de edad que más ha utilizado esta línea es el de personas entre 50 y 59 años, que representan el 25,1% del total de interlocutores que han compartido su edad.

Por sexo, la tasa de suicidios en España es tres veces mayor en hombres que en mujeres, aunque las mujeres suelen tener tasas más altas de intentos de suicidio. «Entender estas diferencias de género va a ser clave para mejorar las estrategias de prevención», agregó Mónica García. Prevenir los suicidios se consigue «garantizando vidas que merezcan la pena ser vividas y con perspectivas de futuro esperanzadoras», destacó la ministra de Sanidad. «Necesitamos hacer prevención de los casos, detección precoz y mirada amplia. La prevención no da votos, porque no se inaugura ni da titulares, pero es la mejor política, la que salva más vidas y la que más reconforta», reiteró.

La comisionada de Salud Mental del Gobierno, Belén González, subrayó que «este año ha sido un punto de inflexión en el abordaje del suicidio, pero ha llegado el momento de dar un paso más». Y esas nuevas acciones se concretarán en un plan nacional que Sanidad, el Comisionado de Salud Mental y el Ministerio de Justicia prevén poner en marcha en 2025. Las seis áreas de trabajo de este proyecto son: desarrollo de los sistemas de información y un observatorio de la conducta suicida; sensibilización contra el estigma; prevención para situaciones de especial vulnerabilidad, como menores y mayores de 80 años, donde las tasas de suicidio se multiplican, las personas LGTBI y en concreto, las trans, donde el índice de suicidios es 3,5 veces más alto, y las zonas rurales; extender la lucha contra el suicidio a todas las políticas públicas; la prevención en el contexto sanitario; y un enfoque integral, con la participación de los supervivientes y la formación de los sanitarios y de otros agentes, como la Policía o los bomberos.