Los genes favorecen el consumo de cannabis en personas con hiperactividad

En el proceso de investigación, se realizó un análisis del genoma completo -conjunto de genes y disposición de los mismos en la célula- de más de 85.000 participantes, concluyéndose que estas dos condiciones comparten cuatro regiones genéticas y vínculos causales.

Anteriormente, distintos estudios realizados en gemelos demostraron que el 75% del TDAH y entre el 40 y el 50% del consumo de cannabis se relaciona con factores genéticos. Además, estudios longitudinales y transversales mostraron que los adolescentes y adultos diagnosticados de TDAH son más propensos a abusar de sustancias, independientemente de si tienen o no otra patología psiquiátrica. Este último aspecto se destaca debido a que el 70% de los casos de TDAH aparecen junto a otros trastornos psiquiátricos como trastorno del negativista desafiante (50% de los casos), del sueño (50%), de conducta (40%), de ansiedad (30%) o del espectro autista (28%).

Ya se conocía que la prevalencia del trastorno por consumo de sustancias es del 45% entre los adultos con TDAH, pero hasta ahora se desconocían los factores determinantes de dicha relación.

El trabajo es fruto de la colaboración entre múltiples grupos de investigación europeos y americanos, y ha sido publicado en la revista Molecular Psychiatry y premiado en el Congreso Anual de la European Network of Hyperactivity Disorder sobre TDAH.

Respecto a la aplicación de estos resultados, la Dra. Marta Ribasés, investigadora principal del grupo de investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR destaca que «estos resultados corroboran la relación temporal entre el TDAH y el consumo de cannabis en el futuro, refuerzan la necesidad de realizar una prevención del consumo de cannabis en el contexto del TDAH en intervenciones clínicas y resaltan la necesidad de que los estudios genéticos futuros proporcionen información sobre los mecanismos biológicos subyacentes en ambas condiciones ».

El TDAH es un trastorno de salud mental originado en la infancia, especialmente a partir de los siete años. Se caracteriza por una actividad física excesiva, impulsos y problemas para mantener la atención en una única actividad de forma continuada. La detección de esta alteración suele darse a partir del comienzo de la educación primaria.

Aunque no existe una causa clara, los estudios relacionan esta afección con un importante componente genético. Así, alrededor del 76% de los niños con familiares que sufren este trastorno tienen riesgo de desarrollarlo. Además, un ambiente familiar conflictivo y las relaciones sociales tóxicas pueden acentuar los síntomas.

Se calcula que en la Unión Europea un 5% (3,3 millones) de los niños y adolescentes entre 6 y 17 años padece TDAH. Solo en España, la prevalencia es del 6,8%.