Borrar
Tomando el sol en un parque tras el confinamiento. EFE
Frente al sol tras el confinamiento

Frente al sol tras el confinamiento

Tras semanas de reclusión en nuestros domicilios por el COVID-19, se recomiendan exposiciones al sol diarias y directas, pero breves, de 15 minutos

Sábado, 4 de julio 2020, 18:23

Los mejores momentos de nuestra vida son comparados siempre con días soleados y luminosos. Y es que el sol es un buen amigo que impulsa, psicológica y fisiológicamente, una estimulante sensación de bienestar. El sol como buen amigo nos va a proporcionar Vitamina D, tiene una acción antidepresiva, mejora algunas enfermedades (como psoriasis, por ejemplo), aumenta la secreción de melatonina y favorece el bronceado que es el resultado de la síntesis de la melanina por los melanocitos. Pero el sol también puede ser nuestro enemigo y producir quemaduras, insolaciones, fotodermatosis, envejecimiento de la piel y cáncer de piel.

La situación de confinamiento ha supuesto un periodo prolongado de baja exposición solar, más largo de lo habitual en la mayoría de la población, lo cual ha llevado a una primavera con exposiciones solares similares, o incluso más bajas que las del periodo invernal. Por ello podríamos decir que hemos tenido un invierno más largo, en cuanto a exposición se refiere. Esto lleva a pensar que, al disminuir los efectos positivos que produce el impacto naturalmente progresivo del sol en la piel, también la respuesta biológica cutánea natural se ha podido ver alterada.

El Grupo de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología ha hecho un trabajo magnifico del que conviene resaltar algunas conclusiones.

En el caso de la síntesis cutánea de Vitamina D, responsable del mayor aporte de vitamina D al organismo, se ha visto frenada por un confinamiento en el que, en muchos casos, no ha existido exposición directa al sol durante semanas. Por ello, desde diferentes sectores, incluido el sanitario, se han recomendado exposiciones solares directas, diarias, con fotoprotección, aunque breves (15 minutos son suficientes) para aumentar los niveles séricos de Vitamina D. No se deben pasar por alto los beneficios que aportan dichas exposiciones solares a nuestro estado de ánimo, muy afectado por esta nueva situación, a través de la estimulación de neurotransmisores involucrados los mecanismos de bienestar emocional.

El desconfinamiento ha sido planeado en fases de desescalada por las autoridades gubernamentales como un proceso de vuelta a la «normalidad» gradual, responsable y solidario. Sin embargo, desde el punto de vista de nuestra piel, el riesgo de que se produzcan exposiciones solares directas que resulten en quemaduras solares es mayor. Además, la respuesta fotoinmunológica también se puede ver condicionada por la falta de exposición solar, lo que puede favorecer un aumento en la incidencia de fotodermatosis por falta de un proceso de vacunación o acostumbramiento solar ('hardening').

Por tanto, es evidente el riesgo incrementado de quemadura solar en una población con muchas ganas de salir al exterior tras este periodo de confinamiento, con una piel sin periodo de adaptación, lo que podría repercutir a largo plazo en una mayor incidencia de cáncer de piel.

Para que la exposición solar sea saludable debe asegurar una dosis de radiación UV suficiente para favorecer los efectos positivos del sol en nuestro organismo y minimizar el riesgo de daños derivados de la sobreexposición solar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Frente al sol tras el confinamiento