Sanidad impondrá el uso obligatorio de mascarillas en todos los centros sanitarios

Casi la totalidad de los consejeros de Sanidad rechazaron el lunes, en un Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud extraordinario, la propuesta ministerial de acordar esta medida contra la epidemia de virus respiratorios de forma idéntica en toda España. Defendieron su libertad, dentro de sus competencias, para tomar la decisión que creyesen más conveniente a la vista de las circunstancias particulares y la incidencia de ola de contagios en su territorio. Fundamentalmente, contestaron que serían ellos quienes decidiesen si ponerse tapabocas era al final una recomendación o una obligación, en qué lugares y para qué personas.

El ministerio, que desde el principio se reafirmó en la bondad de su idea, dio a las autonomías dos días para contestar oficialmente su documento de propuestas. Sin embargo, sin esperar al final de este plazo, García se dispone a utilizar ya este mismo miércoles los poderes que le da la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) para imponer las mascarillas en todos los centros de salud y hospitales hasta que descienda la curva de contagios a todas las autonomías.

Para ello se acogerá a la situación excepcional que describe el artículo 65 ante «situaciones de especial riesgo o alarma para la salud pública», a fin de adoptar de forma unilateral una declaración de actuaciones coordinada en todo el sistema nacional, aunque no cuente con el apoyo de la mayoría del consejo interterritorial, declaración cuyo contenido es de obligado cumplimiento para las autonomías.

La fórmula ya se usó durante la pandemia de la covid para imponer restricciones como limitaciones horarias a la hostelería, cerrar el ocio nocturno o prohibir fumar en la calle cuando las comunidades recuperaron sus competencias por haber finalizado los estados de alarma.

Fuentes ministeriales indicaron que tomarán esta decisión, que le reclamaban varias organizaciones médicas, para igualar la protección ante la epidemia de gripe de todos los ciudadanos, «vivan donde vivan», y amparar jurídicamente a las seis autonomías que han acordado o van a acordar hoy la obligación del uso de cubrebocas en los centros sanitarios de sus territorios.

Hasta ahora solo seis autonomías –Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña, Aragón, Asturias y Canarias– se disponían a obligar al uso de mascarillas en centros sanitarios y residencias. Las tres primeras ya habían tomado su decisión antes del consejo. A su vez, otras seis comunidades –Galicia, Cantabria, Navarra, La Rioja, Castilla-La Mancha y País Vasco– se limitan a pedir su utilización solo como recomendación mientras cinco más –Madrid, Andalucía, Baleares, Extremadura y Castilla y León– solo aconsejan el uso de cubrebocas a los ciudadanos que tengan síntomas de infección respiratoria.

La medida persigue, sostiene Sanidad, un doble objetivo. En primer lugar, frenar lo antes posible la epidemia de infecciones por virus respiratorios, especialmente gripe A, para que su pico máximo se alcance cuanto antes. En segundo, evitar que la avalancha de casos que desde mediados de diciembre desbordan los centros de salud y hospitales de muchos territorios acaben por colapsar la atención sanitaria.

García admitió que es una epidemia de gripe «preocupante», de mayor intensidad que la de años previos y con niveles similares a antes de la pandemia. Los contagios están en plena escalada, con un aumento del 75% de diagnósticos positivos en la última semana del año y, además, con un incremento del 61% de las hospitalizaciones.

Los expertos esperan que la epidemia de gripe siga escalando al menos hasta la tercera o cuarta semana de enero, pues a las abultadas cifras actuales habrá que sumar los miles de contagios en las reuniones familiares de Nochevieja y Reyes y, sobre todo, la avalancha que generará la vuelta al cole, pues son los niños el colectivo con mayor tasa de infectados por gripe A.